Acaba de inaugurarse en Alcobendas la nueva sede del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de España. Si el Cubo de A Coruña nos nos dejó buen saber de boca, la nueva ha resultado muy satisfactoria, quizá por haber rebajado las expectativas.
Las instalaciones coruñesas nacieron pequeñas tras tanta espera, mientras las de Alcobendas heredan las del museo interactivo Acciona y después de Cosmocaixa. Se ha conseguido un híbrido muy interesante entre museo histórico y participativo.
Los equipos que estaban en la Estación de Delicias ocupan ahora el espacio más digno que se merecían. Si el museo se dota de guías explicativas y un programa de actividades podrá cumplir bien con su objetivo dinamizador de la ciencia.