El actual lugar común define a Wes Anderson como un director de gran perfección técnica (porque usa la simetría para los encuadres), con un estilo propio muy marcado (porque usa mucho colorete), y que elabora sofisticadas y originales comedias de apariencia estrafalaria pero de inteligencia refinada y sutil (lo que viene a ser comedias que provocan, como mucho, alguna sonrisa de vez en cuando). Siendo, probablemente, uno de los directores más sobrevalorados de la actualidad, al menos en Academia Rushmore fabrica uno de sus habituales videoclips, que algunos llaman puesta en escena, con un temazo, Here Comes My Baby, en la versión original de Cat Stevens, que hicieron mundialmente famosa The Tremeloes.