Espantosa película pretendidamente adscrita a la ciencia ficción, el thriller, el drama y la distopía político-pandémica, con un buen puñado de toques gore como aliño, este bodrio no es más que un aparatoso y muy ruidoso batiburrillo de fragmentos argumentales de otras películas como la saga de Mad Max, El último hombre… vivo (The Omega Man, Boris Sagal, 1971), Los inmortales (Highlander, Russel Mulcahy, 1986) o 1997: Rescate en Nueva York (Escape from New York, John Carpenter, 1981), entre otras. Además de ver arrastrarse por este charco a figuras como Bob Hoskins o Malcolm McDowell, y del deliberado protagonismo sexi de Rhona Mitra, apenas unos pocos detalles sacan al espectador del letargo. Uno de ellos es la aparición de la canción Good Thing, de la banda Fine Young Cannibals, exprimida hasta la saciedad en radios, películas y spots publicitarios de todo tipo, ilustrando uno de los ridículos momentos videoclipero-canibalescos de este engendro infumable.