Un homenaje al musical clásico en esta producción franco-taiwanesa, película de culto para unos, marcianada para los más, multipremiada en festivales como Berlín y Sitges. La cosa trata de una tremenda sequía en la isla de Taiwán y de las recomendaciones de las autoridades a la población para que intenten paliar la escasez de agua, que pasan en parte por aumentar el consumo de zumo de sandía.
Una comedia musical con toques dramáticos que transita por el erotismo y por las narrativas del cine dentro del cine, de una vocación tan libre como absurdo, en forma y fondo, es su acabado. En todo caso, este HahahaHahaha queda para los restos de los inmortales himnos publicitarios trasvasados desde el cine.

