Una cara ante el espejo, un frasco de píldoras de dexedrina, un vaso de agua con una pastilla efervescente, una larga ducha… Y el Concierto para Cuerdas y Clavicordio de Antonio Vivaldi. ¡Empieza el espectáculo! Así son los repetidos despertares del implacable coreógrafo Joe Gideon (Roy Scheider) en su aproximación incesante hacia la última estación de su particular via crucis musical.