Una de las principales señas de identidad del cine de Quentin Tarantino, aunque ni de manera original ni privativa suya, es el fenomenal uso que hace de la música popular para adornar sus bandas sonoras. Reservoir dogs y Pulp fiction son los mejores ejemplos, aunque prácticamente ninguna de sus películas, ni siquiera las peores, carecen de excelentes canciones en sus respectivas bandas sonoras.
En el caso de Reservoir dogs, dos de los éxitos recuperados y amplificados por Tarantino son Stuck in the middle with you, de los escoceses Stealers wheel, y Hooked on a feeling, original de Mark James y B.J. Thomas, en la versión de los suecos Blue swede.