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“Mussolini va a morir”: En la forja de la muerte

Publicado el 25 diciembre 2012 por La Mirada De Ulises

Mussolini está encarcelado, a la espera de una ejecución inminente. En esos últimos momentos, le acompaña su amante Claretta Petacci… y también nosotros asistimos a su confesión, discretamente escondidos tras la cámara. Son instantes para la reflexión y la sinceridad, y una oportunidad para asistir a un juicio con uno mismo y con la Historia, para analizar la esencia de un fascismo visto como religión o como táctica, para sacar conclusiones sobre una vida que se va… sin amigos y con sensación de hastío y amargura. Quizá sea la úlcera sangrante, quizá la realidad de una existencia construida sobre la falsedad de un escenario, el caso es que esas horas de despedida suenan a impostura y desencanto, y el dictador que se vio como salvador, héroe o nuevo César… sucumbe ahora como símbolo de un cúmulo de fracasos y contradicciones.

“Mussolini va a morir”: En la forja de la muerte

El hecho es que “Mussolini va a morir” se levanta ante nosotros como un largo monólogo en que su director, Rafael Gordon, aprovecha para saldar deudas pendientes. Al modo en que construyera “La Reina Isabel en persona”, el director traza un recorrido por la historia reciente para discurrir y reflexionar sobre cuestiones debatidas y no exentas de polémica. Hay ingenio y perspicacia, espíritu inquisitivo y valentía para tratar un periodo difícil, y no faltan conclusiones antropológicas de calado y trascendencia. Intencionadamente alude a numerosos lances y hace alarde de una vasta cultura -quizá, en ocasiones, parezca demasiado referida y explícita-, para terminar con un aviso para navegantes sobre el nuevo fascismo que llega con el nombre de “consumismo”.

“Mussolini va a morir”: En la forja de la muerte

Con la habitual puesta en escena teatral y unos papeles que obligan a Miguel Torres y a Julia Quintana a un esfuerzo interpretativo considerable, el artificio que puede asomar en algunas partes del discursivo guión responde al mismo ejercicio que llevó al dictador a convertir Italia en escenario operístico de tramoyas y mentiras… y ahí encuentra su justificación. Rafael Gordon, una vez más, nada a contracorriente en la industria del cine… y nos ofrece una propuesta cultural atrevida, ambiciosa y arriesgada. Hacerlo con pocos medios y bajo presupuesto pero con sugerentes ideas y reflexiones, le convierten en un director distinto, en un humanista de la imagen, en un forjador de historias en las que sabe usar el martillo y el yunque, como Mussolini dice de él mismo ante la cámara. La diferencia está en que el dictador considera al mundo como un burdel y se mueve entre tinieblas eternas que terminan con la muerte, mientras que Gordon reclama el papel de la conciencia y abre un lugar a la esperanza ante tanta miseria humana. La diferencia no es poca.

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En las imágenes: Fotogramas de “Mussolini va a morir”, © 2012, Pirámide Films. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 25 diciembre, 2012 | Categoría: 6/10, Año 2012, Biopic, Drama, España, Opinión

Etiquetas: Julia Quintana, La reina Isabel en persona, Miguel Torres, muerte, Mussolini va a morir, Rafael Gordon


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