Arte bizantino III

La escultura bizantina se destaca desde la Primera Era Dorada, por el uso de materiales ricos como el oro, la plata y el marfil, pero en pequeñas proporciones; y la preferencia del bajorrelieve al bulto redondo. El conflicto iconoclasta de los siglos VIII y IX, que rechazaba el culto a las imágenes, destruyó muchas obras escultóricas. Terminado el conflicto y con el regreso del culto a las imágenes y para evitar la idolatría desaparece la figura humana de las estatuas. Por eso la escultura bizantina se limitó a labores ornamentales con forma vegetal o animal; así como a pequeñas obras en cajas, portadas de libros religiosos y sarcófagos; con motivos decorativos, cristianos o mitológicos. Los materiales eran muy variados, ya fueran en madera, mármol, marfil, etc.

Aunque el arte bizantino es griego por su localización, pareciera que la escultura bizantina no es precisamente la forma evolucionada de este último, ya que es mas bien la evolución del arte paleocristiano en el Oriente mediterráneo. Un ejemplo escultórico bizantino, es el origen de la forma de los capiteles en las columnas de las primeras iglesias, pues los capiteles al pretender ser copia de las grecorromanas, pero como fueron hechas con taladro y no con cincel, por lo que el resultado fue una mala copia y muy rústica. Sin embargo, desde ahí ya aparecen los rasgos de la escultura bizantina en los capiteles, en la decoración con motivos vegetales al no haber podido copiar fielmente los capiteles corintios. Unos de los más bellos capiteles bizantinos, se encuentran en la famosa iglesia de san Vital en Ravena, deccorados con motivos cristianos como cruces y ovejas.

La importancia del arte bizantino radica en que es puente entre el viejo arte grecorromano y el renacentista. Tras la toma del Imperio Bizantino por los turcos en 1453, numerosos artistas bizantinos huyeron a Italia, lo que permitió la influencia del arte bizantino en el Renacimiento italiano; además de influir en la arquitectura islámica de la época, tras la conquista turca. Como ejemplo de la influencia bizantina en la pintura italiana, está la imagen católica de la Virgen del Perpetuo Socorro; y en cuanto a la influencia en la arquitectura islámica, está la mezquita Azul de la turca Estambul, que tiene parecido con la iglesia de Santa Sofía (¡a la que tiene enfrente!). La elaboración de iconos también ha perdurado junto con la arquitectura sacra por medio de la Iglesia Ortodoxa, aunque también la Iglesia Católica está retomando el uso de estos, en una especie de reconciliación con la primera, con los iconos del español Kiko Argüello.