El respeto al escritorio ajeno, es la paz.

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Resulta bastante común que las personas tengan un ‘rostro’ distinto y cierta mesura si observamos la forma como se comportan en su vida personal comparada con la vida profesional, debido a que esta última cuenta con reglas explícitas e implícitas de conducta. Si se comete algún acto carente de prudencia, se pone en riesgo toda la carrera profesional, para evitar tales desaciertos, Ana Orozco, consultora en imagen pública y colaboradora de Monster.com.mx, brinda los siguientes puntos a considerar para salvaguardar el valor más importante en nuestra imagen pública: la reputación.
Los compañeros de trabajo no se eligen, simplemente se coincide con ellos, aunque no tengamos ninguna afinidad, pasaremos muchas horas al día junto a ellos, por lo que debemos dejar de lado prejuicios y preferencias personales, ya que un clima hostil o de enfrentamiento acabaría por boicotear nuestras tareas. Una buena forma de llevarse bien con los demás es la siguiente:
Comportarse con educación: Algo tan básico en la convivencia general, no puede faltar en la vida laboral. Gestos sencillos como saludar, dar las gracias, mantener puertas abiertas del ascensor, etcétera, impulsan una sana convivencia general.
Respetar el espacio de los demás: Aún en nuestro escritorio, por más grande o pequeño que sea, resulta un sitio de privacidad y espacio propio, invadir el escritorio de alguien más, ya sea dejando carpetas encima, utilizando su teléfono o material de oficina sin su consentimiento, da un mensaje de poca consideración.
Aprender a trabajar en equipo: Los equipos dan la oportunidad a los empleados de demostrar sus dotes de liderazgo y a realizar un mejor trabajo conjuntando las cualidades de cada uno de los miembros del mismo. A muchos empleados se les dificulta trabajar con otras personas y eso puede bloquear su progreso ya que no se dan cuenta de las ventajas que éste acarrea como: aprender de diferentes departamentos de la empresa o adquirir nuevas habilidades que muy probablemente utilizarán posteriormente.
Nunca revelar problemas personales en la oficina: La regla infalible es: mantener separados los asuntos de la casa en el trabajo. Muchos empleados ponen en riesgo su carrera por confiar sus problemas domésticos a sus compañeros de trabajo, ya que se puede dar el caso de que alguno de ellos pueda usar la información para dañar la reputación del indiscreto.
Evita romances en el trabajo: Ya sea algo inevitable o con un desenlace bueno o negativo, la realidad es que siempre en un romance de oficina existirán los chismes y escándalos. De mayor magnitud si las funciones de los involucrados tienen una relación directa o alguno es subordinado del otro, ya que los colegas pueden ver cualquier detalle como un acto de favoritismo. Un consejo es que si la relación se torna seria alguno de los dos debería considerar buscar un nuevo empleo para que ambos puedan desarrollarse adecuadamente en el aspecto profesional. Por otro lado también debemos evitar comportamientos que puedan malinterpretarse, así que evitemos enviar mensajes equivocados siendo muy afectuosos o con miradas y comentarios muy amables, ya que aunque esta conducta tenga las mejores intenciones tal vez no sea recibida de la misma manera y podamos ser acusados de acoso sexual, lo cual no sólo podría costarnos el empleo sino manchar nuestra reputación e inncluso meternos en problemas legales.
Así que recordemos que con estas sencillas recomendaciones podremos mantener una excelente relación con nuestros colegas y preservar el más sólido patrimonio que tenemos los profesionistas que es nuestra reputación.
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