El sábado pasado nos reunimos un grupo de los que salimos del COU del 78-79, los primeros universitarios constitucionales (¡qué cosas!), íbamos de lleno a comernos el mundo nuevo de la Democracia, la libertad,... salíamos de un colegio de curas (salesianos) con destino a la Universidad más libre de los últimos años, eso decían. 31 años después entre el sonido de los penaltys y los goles de "la roja" a Paraguay íbamos desgranando en una terracita, junto a la Bahía, aquellos recuerdos de aquellos profesores que tuvimos, los curas buenos, los curas malos y los que mejor no hablar (y que nos convirtieron en ateos a la mayoría). Aquel concierto de 3º de BUP del grupo Triana, que trajimos al patio para recaudar fondos en la excursión de fin de curso y que tras la lluvia se tuvo que suspender con el correspondiente follón de la gente. Batallitas, cotilleos y anécdotas de travesuras, que te hacen recordar lo breve que es la vida, lo breve del tiempo entre tu colegio y el colegio de tus hijos. Nos debatimos entre los que peinaban flequillos con ola y ahora se ponen un gorrito con el sol y los que lo conservamos pero teñimos canas. Entre pescaito y papita aliñá se vivieron recuerdos de una generación que hemos quedado un poco emparedados entre la que nos precedió, que fue la que asumió las riendas del país y otra que vino detrás nuestra que cuando tocó la renovación nos pasaron como los caballos de Atila, antes eramos muy jóvenes hoy somos demasiado maduros. Pero es mi generación, disculpen mi licencia personal, tenía que desahogarme. Buena semana que entra y vacaciones y... todo eso del verano. Y además hoy es mi cumple, 49 años van ya, y que sigan por favor.