Cuánta razón tenía Buda cuando dijo "Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora". Y es que aunque nuestra mente se empeñe en hacernos creer lo contrario tan solo existe este instante.
La vida, tu vida, está pasando ahora mismo, se está manifestando a través de ti en este preciso momento, ¿te has percatado de ello? Lo más probable es que no te estés dando cuenta, que no seas consciente de ese milagro, porque tu mente no está en el presente, está distraída y perdida divagando en un mar de dudas y miedos. Así que tráela de vuelta porque como dijo Thich Nhat Hanh: "Nuestro verdadero hogar no está en el pasado. Nuestro verdadero hogar no está en el futuro. Nuestro verdadero hogar está aquí y ahora. La vida está únicamente disponible en este momento.
¿Y si la vida tan solo está disponible en este momento y yo tengo mi mente en otro lugar puedo vivirla plenamente? Evidentemente no, la vivo a medias y se me escapa inexorablemente sin que pueda hacer nada por evitarlo como un puñado de arena entre las manos...
Lo único que existe es un eterno presente y solo cuando dirigimos nuestra atención hacia él podemos disfrutar plenamente de la vida. Por ello, yo te animo a que acaricies cada instante con una mirada libre de juicio, que lo honres, lo aceptes y lo ames tal cual es, aunque no te guste, o no sea como lo habías imaginado, que te liberes de todas las expectativas que puedas albergar y te entregues a este momento con un corazón humilde, ilusionado y agradecido.
Se mire por donde se mire el presente siempre ha estado infravalorado. No solemos prestarle ninguna atención, es como si solo tuviera importancia lo que ya pasó o lo que va a pasar y vivimos tan pendientes de ello que se nos va la vida sin darnos cuenta.
Goethe, como tantos otros pensadores y filósofos insiste en recordarnos que "nada hay tan importante como el momento presente".
La mayoría de las veces no somos conscientes de la importancia que tiene, porque nuestra mirada anda en otra dirección, o miramos continuamente hacia atrás porque no superamos nuestro pasado y permanecemos anclados en él; o miramos permanentemente hacia delante porque el futuro nospreocupa, nos atemoriza y nos llega incluso a obsesionar. En el peor de los casos vivimos deprimidos por el pasado o ansiosos por el fututo y no sabemos que la calma, la paz y la dicha que tanto anhelamos solo la encontraremos en el momento presente.
"A veces te embelesas tanto con la meta, el destino, con el lugar donde deberías estar, que olvidas el suelo presente, el sitio donde estás parado, el lugar desde donde está surgiendo tu siguiente paso, el punto donde la vida es. Olvidas que estás respirando ahora, que el viaje está hecho sólo de respiraciones, de momentos. Olvidas tu propia presencia, tan evidente, tan confiable, tan constante en medio del incesante cambio del recorrido. El destino se ha vuelto más importante que la presencia y te has perdido en el tiempo. La alegría no es un lugar al cual llegas. La alegría no aparecerá mágicamente cuando el viaje termine. La alegría vive sólo en el presente. El hogar de la alegría se llama Ahora. La alegría esta aquí, en cada paso que se da o no se da. La alegría se encuentra aquí, en la sensación de estar vivo, en la expansión y relajación del vientre, en cada latido del corazón. Ya sea que estés perdido, o lejos de tu destino, o que dudes de tu siguiente paso, la alegría está aquí, caminando contigo, respirando en tu nuca, esperando ser reconocida." Jeff Foster
El Maestro Oogway, en la película Kung Fu Panda, lo dijo bien claro "El pasado es historia, el futuro un misterio, pero el hoy es un regalo, por eso se llama presente."
Y digo yo, ¿Si es un regalo por qué no lo agradecemos, lo valoramos y lo disfrutamos como se merece? ¿Que nos lo impide? Evidentemente nosotros mismos y nuestra mente.
Tu presente está repleto de maravillosas sensaciones, ¿Te das cuenta de ello? Mantente atento, búscalas, descúbrelas, déjate sorprender.