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Especial. Cobertura BAFICI 2011
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Drama familiar, thriller judicial, dilemas de índole moral se superponen en un guión elaborado a la perfección, sin ningún cabo suelto ni elementos improvisados o librados al azar. Y sin embargo, el relato fluye con total naturalidad, sin que se noten las indicaciones a las cámaras ni a los actores Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Sarina Farhadi y Ali-Asghar Shahbazi (cuya composición de un enfermo de Alzheimer es, en términos cinematográficos, una de las más fieles a la realidad).
Por si todo esto fuera poco, Nader y Simin rompe con los prejuicios que muchos espectadores occidentales tienen sobre los descendientes de la cultura persa. En este sentido, desasna tanto como la historieta -luego largometraje animado- Persépolis de Marjane Satrapi.
Sin dudas, este film compensa la cantidad de chistes (sobre el “sopor de la aceituna” o el “tamarindo carmesí“) que proliferaron tras el estreno de la para muchos tediosa El sabor de las cerezas de Abbas Kiarostami. Por otra parte, el Irán según Farhadi tiene poco que ver con las imágenes de YouTube que tanto impresionaron al director de Fleurs du mal.
Por ahora no está previsto el estreno de Nader y Simin en nuestras salas comerciales. Ojalá el desembarco sólo sea cuestión de (poco) tiempo.
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PD. Con esta reseña concluye nuestra cobertura del BAFICI que, para los interesados en repasarla, figura completa aquí.