Revista Tendencias
Ayer hablando con M de lo adorable que es J con sus imperfecciones y su corbata manchada, me acordé de que alguien me contó que una vez se enamoró de un chico que al estornudar se le quedó colgando un moco y él ni se percató de ello. Aquello le pareció tan increíblemente imperfecto que cayó rendida a sus pies.
Y es que qué manía nos ha dado ahora a todos por sacar los defectos de la gente para descartarla de nuestra vida. "¿Tú te has mirado al espejo, bonita?" Me dijo mi amiga felizmente emparejada desde hace mil.
¿No será que los buscadefectos lo que tenemos es miedo? ¿Por qué no antes de dar bofetada a un imperfecto no nos miramos y nos preguntamos qué nos da miedo? A lo mejor, así, no haríamos sentir a esa persona tan imperfecta. Y no se vale lo de decirle "Eres chupi guay y te mereces algo mejor" ¡Tópicos caca!
¿En serio os pensáis que los que están enamorados de verdad no tienen defectos? ¡Pues claro! Lo que los han aceptado e incluso enamorado de ellos, aunque sean un poco asquerosines como la del moco.
¿Ay, pero el miedo qué difícil es de gestionar, verdad amiguitos? Unos tienen miedo a ser engañados, otros al compromiso, a ser heridos otra vez, otros a no ser suficientemente perfectos... ¡Incluso hay que tienen miedo a ser felices, hay que joderse! ¡Hoy en día tenemos tantos miedos que no nos los acabamos!
Hace poco leí que si una relación hay que forzarla no vale la pena. En ese momento, me indigné y me pareció el peor consejo del mundo. Luego, tristemente, aprendí que se siente o no se siente, tan fácil como eso. Si vale la pena lo podrás medir tú según el miedo que tengas y si puedes superar tus tonterías y empezar a preocuparte por sus miedos, olvidar el egoísmo y juntos tirarse a la piscina de que sea lo que Dios quiera entonces, quizás, quizás tengamos una posibilidad.
¡Pero qué sabré yo que ni siquiera me siento normal! No soy ninguna Dra. Amor, tan sólo una humilde bloguera con miles de pájaros en la cabeza, con muy buena fe y muchas cosas por aprender todavía.
Y aquí os dejo la canción que me ha inspirado ésta entrada: L-O-V-E