Calle de Meléndez
Valdés, 54
Madrid (metro
Argúelles)
620 709 399 (no
hacen reservas)
Taberna muy canalla
La pregunta del
millón, ¿cuánto tiempo esperaste para entrar a Nakeima?
Pues a echar suerte
y afortunadamente la tuve, pues amigos no tuve que esperar cola, a veces me
acompaña el trébol de la suerte!
Es importante mencionar
que fui a mediodía del viernes pasado y compartí mesa con una amable pareja, y
sí, tuve taburete; pero como habrás leído mil veces abren a las 13:30 y salen a
tomar nota y el local tiene capacidad para 20 comensales, ni más ni menos y por
la noche a las 20:00 hrs, así que a cruzar los dedos ya que habitualmente cuesta mucho tener sitio.
Esta nueva tendencia
de streetfood con toques canallas, atrevidos, locales austeros donde odian las
reservas, las cartas en papel, sin manteles de tela, música electrónica de fondo donde
cada quien va “ a su aire”, digamos que lo
contrario a la pijería definen
claramente Nakeima.
Claramente el
pionero fue David Muñoz que marcó estilo con Street Xo, de hecho los socios Gonzalo,
Luis y Roberto han compartido fogones ahí, así como en DiverXo, Kabuki, Nikkei
225, Celler can Roca, y varios sitio más fuera del país.
La cocina, de fusión,
donde predomina la gastronomía oriental y matices picantes muy mexicanos,
sabores divertidos, no hay carta, en la pizarra leerás los platos y las bebidas
ellos lo llaman “free style asian food”.
Y a lo que voy, me
dejé asesorar por Roberto, que por cierto importante comentarlo que son todos
majísimos!, como aperitivo de la casa kimchi, brotes coreanos de soja con un
toque picante espectacular, así que seguimos con el pie derecho, esto promete;
Shiumai de papada ibérica y dumpling de langostinos, gunkan de boletus con huevo de codorniz ,black bao una especie de bola con sepia
encebollada y toques de cilantro, el chirashi de boletus, salsa de ostra, trufa
y boletus, para mí gusto un pelín salado, nigiris de Xouba con ajo blanco; parecido al boquerón, y de de gambas al ajillo.
Seguimos con el steak tartar ,
para mi sin duda lo más espectacular; sobre un barquillo de arroz, con
vinagreta de estragón, cebolla, cilantro y salsa bearnesa, todo fue rociado con
cerveza bien fría.
De postre el helado
de maíz con huitlacoche y kikos, una verdadera sorpresa; merece la pena
probarlo!
Las raciones son
adaptadas para deleitarte de diversos platos, y para quienes opinan que se quedan con
hambre, os invito a probarlo, porque la medida es la justa, el ticket fue de 38
euros!
Sin duda un sitio
para volver, esperemos pronto abran el comedor de la parte alta y prometen
también algún tipo de reserva online.
Enhorabuena!