Título: Narradores de la noche
Autor: Rafik Schami
Editorial: Siruela
Género: novela, cuentos enmarcados
Páginas: 296
Publicación: 2012 (6ª edición)
ISBN: 978-84-7844-466-3
Salim, cochero de Damasco, conoce un sinfín de cuentos maravillosos que fascinan a todos sus oyentes, como los de Scheherezade. Un día enmudece, víctima de un encantamiento. Sólo siete historias únicas tendrán la virtud de salvarlo, y éstas le serán ofrecidas cada noche en boca de siete amigos casi octogenarios. Hasta que una de estas insólitas narraciones sea capaz de romper el hechizo de Salim y devolverle el habla.Había oído hablar de este libro a varios narradores orales y tenía muchas ganas de leerlo. Cuando lo vi entre los libros que podríamos leer este verano en el club juvenil de la Biblioteca de Azuqueca, no me lo pensé y lo elegí. No ha sido una mala elección, en absoluto: creo que hemos disfrutado muchísimo de su lectura y de los debates que algunos de los temas planteados han provocado en las sesiones.
Narradores de la noche puede considerarse una novela pero conecta con la tradición de cuentos enmarcados de la literatura oriental (la obra recuerda, por contexto y uso de las narraciones a Las mil y una noches, por ejemplo). De hecho, la repentina pérdida de voz de Salim no es sino una excusa para encajar muchos de los cuentos que se van sucediendo a lo largo de la obra. Pero digo que puede considerarse novela porque hay mucho más además de esos cuentos: hay una trama, una intriga que resolver y mucha narración al margen de los relatos.
La acción transcurre durante los tres meses de 1959 en los que Salim queda sin habla, aunque los relatos se retrotraen a épocas anteriores e, incluso, a momentos legendarios, a momentos fuera del tiempo, fundacionales, en los que tuvo lugar el génesis de nuestro mundo actual. Esta fecha es importante porque algunos de los acontecimientos políticos y sociales del momento son incluidos en la historia, sobre todo cierta crítica a los gobernantes y su honestidad.
El lugar no podía ser más mágico ni más dado a las leyendas y los cuentos: Damasco, capital de Siria, ciudad que conocemos en profundidad tanto en su dimensión física (calles, lugares, zocos, mezquitas...) como en su dimensión social (personajes, profesionales y habitantes). Damasco se convierte, pues, en un personaje más de la obra, un escenario de lujo lleno de exotismo y capacidad para evocar y transmitir sensaciones.
La elección de narrador es muy curiosa: se trata de un narrador en primera persona testigo (un niño al que le está permitido asistir a las tertulias de Salim y sus amigos) pero que también tiene un punto de omnisciencia, puesto que sabe qué piensa y siente Salim. Este narrador, no obstante, va cediendo la voz a los diferentes contadores de la obra, ya sean los amigos de Salim que, por turnos, regalan sus relatos al cochero, en un intento de sanarle, u otros personajes que van apareciendo en la obra.
A la maravilla de los cuentos narrados y a la intriga sobre la repentina pérdida de la capacidad de habla de Salim se unen unas reflexiones de fondo muy interesantes. El autor nos da que pensar, continuamente, sobre la comunicación humana, el valor de la amistad, los malentendidos, las veces que no escuchamos o no podemos decir lo que pensamos (tema tratado, muchas veces, mediante metáforas o relatos). También sobre qué cualidades ha de tener un buen narrador para convertir una mera sucesión de palabras en un auténtico cuento o, por qué no, qué cualidades ha de tener el buen escuchador, qué hace que unas personas sean más proclives que otras a dejarse enredar por la magia de las palabras.
Y es que, en el fondo, este es el gran tema de la obra: la magia de las palabras, su poder para embaucarnos, su capacidad para hacernos viajar, sentir y pensar. Un tema envuelto, además, en frases preciosas (el libro era de la biblioteca y tenía marcas por todas partes; yo solo he tenido que pasar muchos de los subrayados o de las páginas dobladas al cuaderno en el que guardo frases bonitas o pensamientos inspiradores) de esas que te gusta atesorar para toda la vida.
En definitiva, una obra maravillosa, que da mucho pie al trabajo con jóvenes (tanto en el aula como en un club de lectura), del que me guardo algunos cuentos para contar y que enamorará a quienes amen dejarse seducir por la magia de las palabras.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Libros Olvidados: 8