
COMIENDO EN EL HOTEL NARSAQ Sigo deambulando por este bonito pueblo de colores que, comparado con otros que visitaré, viene a ser casi el "Nueva York" groenlandés. Me saluda la gente que está sentada, por no decir petrificada, en los bancos cerca de los puertos. De todos modos, aunque mencione a ocasionales habitantes, la sensación prevaleciente es fantasmagórica.
Poblaciones prácticamente desérticas, un silencio que habla de los orígenes del tiempo y un diezmado ramillete de lugareños que parecen ocultar tras su sonrisa afable secretos arcanos. He llegado hasta una tienda muy pequeñita del tipo de negocios chinos que te venden toda suerte de "alhajas" por un euro. No hay nada autóctono. Todo muy caro e importado del pueblo que queda al lado de mi casa, por así decirlo. Estoy en la zona alta de Narsaq, donde vive la Jet Set, la gente más adinerada. Dejo atrás la bonita tienda blanqui-verde de artesanía y me detengo ante el hotel Niviarsiaq; otro precioso nombre que parece arrancado de la mente de Tolkien y su "Señor de los anillos".

Niviarsiaq o "chica bonita" es también la preciosa flor violeta que alfombra los valles y enseña nacional. Mi cámara se enamorará de sus pétalos livianos y morados pálidos con copiosa insistencia.Aquí para comer sólo existe una opción: el hotel Narsaq. Cuando me planto ante su bonita fachada amarilla no paro de preguntarme qué diantres hacen ahí esas bombillas colgadas, dispuestas como si fuesen ornatos navideños. El local es casi idílico, muy bonito y agradable, con su terraza exterior que invita a sentarse y departir sin prisas. Ya en busca de un local que, escuchando a nuestra querida guía, Carmen, se me antoja espectral, sórdido y como de novela de terror, paso una y otra vez por la emisora de radio local, 93MHZ, que no es más que una singular cabaña azul junto al puerto de pescadores. El Artíc Café, el local en cuestión, es enorme y se ve desde lejos, pero casi desisto y lo dejo para otro siglo, pues mi búsqueda es un fracaso constante, hasta que las explicaciones inmejorables de Adolfo, si no recuerdo mal, me llevan por fin hasta la puerta de este "reino de perdición".ARTIC CAFÉ




TUUTUPITS -PIEDRAS EXCLUSIVAS DE NARSAQ Y LA PENÍNSULA DE KOLA, EN RUSIA.


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