Narváez

Continuando con la historia anterior, creo que es de recibo explicar un poco en profundidad la historia del primer explorador europeo de Luisiana, Pánfilo de Narváez. Porque como he dicho en la anterior entrada, se trata de uno de los personajes más interesantes y desconocidos de la Historia de España y de América.Caballero castellano, más veterano en edad y militarmente que los otros conquistadores y adelantados de su época, después de haber servido en Jamaica, y residía en Cuba cuando el aventurero ilustrado Hernán Cortés, desobedece al gobernador Velázquez de Cuba y hace de su capa un sayo en México. Narváez es conocido por haber explorado la totalidad de la isla, pero también por ser el primero al que Bartolomé de las Casas denuncia por su brutalidad, su crueldad y su ensañamiento con las poblaciones indígenas, como la matanza de Caocao en Cuba. Narváez tiene el dudoso privilegio de haber sido una de las principales aportaciones de la realidad a la leyenda negra española. El gobernador envía a Narváez en su busca, para prenderlo vivo o muerto y entregarlo a su autoridad. Cortés, que ha establecido ya alianzas militares con algunos pueblos centroamericanos, enemigos de los aztecas, repele a Narváez en la batalla de Zempoala, entre otras cosas, porque en las escaramuzas anteriores, muchos de los hombres de nuestro hombre se pasaron de bando. Probablemente por no estar de acuerdo con los métodos tiránicos de su capitán.Vencido, prisionero durante dos años en Veracruz, ve a su enemigo Cortés enriquecerse y, una vez liberado vuelve a España con la seguridad de que deben existir, al Norte, reinos de igual riqueza al de los aztecas. Por lo que decide organizar una expedición que será la más épica y catastrófica de la historia de la conquista de América y quizá una de las más interesantes del mundo. Consigue la autorización del Emperador para una expedición a Florida. Encuentra muchos voluntarios atraídos por las riquezas de Cortés, pero lo cierto es que cuando arriba a las costas de Florida, ya sólo 300, la mitad de los originales, están con él. Sus escasos nombres y la hostilidad nativa no iban a ayudar en la difícil misión que les esperaba. Sobre la dicha hostilidad, hay una serie de historias apócrifas que hablan de matanzas indiscriminadas y actos de tortura indecibles a los indios de la zona, pero la hipótesis más razonable es que, cortos de víveres, saqueasen las poblaciones locales, por lo que sufrieron retaliaciones permanentes. La poca pericia estratégica (y logísitica) del adelantado, llevó a dividir el grupo en várias ocasiones, además de que su orgullo y mala organización impidieron cualquier tipo de alianza con los locales, al contrario de las exitosas campañas de Cortés o de la de Pizarro, basadas en fuertes ejércitos nativos americanos. Además, los pantanos, el clima terrible, las plagas, enfermedades, cocodrilos, serpientes, etc... diezmaron la expedición hasta el mínimo. Finalmente, llegan al delta del Mississippi, donde Narváez, vencido, decide construir cuatro naves para volver a Cuba. Poco se sabe de la muerte, del local y las condiciones. Se sabe algo. Entre sus seguidores (aunque no amigo) se encontraba un joven que vendría a ser uno de los más famosos adelantados de la época, el jerezano Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Él fue la última persona en verlo con vida. En medio de una tormenta, Cabeza de Vaca pide la ayuda del capitán Narváez, que le responde simplemente "sálvese quien pueda". Es la última frase que se atribuye al hombre que nos ocupa, primer europeo en cruzar el Mississippi y descubridor (a nuestros ojos) de la Luisiana.Cabeza de Vaca naufragó, pero consiguió salvarse. Junto a él, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes Carranza, salmantinos y Estebanico, un esclavo que fue el primer africano en pisar suelo delos futuros Estados Unidos y del que se desconoce si era bereber o subsahariano. Acababa la aventura de Narváez. Comenzaba la de los cuatro del naufragio, que duraría años y que daría una película como pocas se han hecho hasta la fecha. El propio Cabeza de Vaca la escribió en su libro "Naufragios", tan poco conocido en España como cualquiera de los innúmeros textos de los compatriotas que gestaron el épico del siglo XVI. Pero eso es ya otra historia...