Una perfecta ocasión para conocer las tradiciones navideñas islandesas disfrutando Reykjavík, su capital, una Navidad diferente y un viaje inolvidable.
En Islandia no existe Papá Noel o Santa Claus ni mucho menos los Reyes Magos, son los “Trece hombrecillos de la Navidad”, los encargados de repartir regalos. El 12 de diciembre marca la llegada del primero de estos personajes del folclore islandés, hijos de Grýla y Leppalúdi.
Según la tradición, estas criaturas bajaban de las montañas y entraban en las casas para hacer trastadas, además de cantar en las calles, que están completamente iluminadas para la ocasión. Con el tiempo, estos seres han mejorado su comportamiento y ahora dejan regalos en los zapatos de los niños. En caso de que algún niño no se haya portado bien, recibe una patata, homóloga del carbón de Reyes en España.
El día de Nochebuena es fiesta nacional, ya que se trata de una fecha muy importante en el país. Las familias islandesas se reúnen este día en torno a la mesa para cenar platos tradicionales exquisitos como el cordero ahumado, la perdiz nival, el reno, el jamón cocido o pavo, así como una deliciosa “leche de almendras”. La noche termina con el momento mágico de toda la familia junta abriendo sus regalos bajo el árbol de Navidad.
Durante seis días, Island Tours propone sumergirse en el encanto navideño de la capital islandesa, para conocer de primera mano todo su oferta turística y de ocio. Una experiencia única en unas fechas muy especiales.
Más información: www.islandiatours.es
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