Desde que comencé a escribir para mi blog, y comenzaron a llegarme mensajes pidiendo consejos o consultas, he recibido una cantidad importante de correo electrónico, de muchos lugares del mundo, donde esta enfermedad y sus riesgos para la vida son completamente desconocidos para la población. Me encuentro con personas que se niegan a dializarse, a pesar de que los nefrólogos insisten en ello. Me explican que no se sienten demasiado mal y que a pesar de tener una creatinina alta y un filtrado glomerular bajo, quieren probar tratamientos alternativos: ¡Veneno de anguila!, tratamientos con células madres, tratamientos con hierbas curativas, sanadores (engaños y estafas por supuesto)... y otras cosas que he leído con ojos como platos y con incredulidad. A menudo, este tipo de "tratamientos", aceleran el deterioro de los riñones. Cada vez que leo un mensaje de este tipo me remuevo en mi silla y me pongo a pensar en lo que voy a contestar. Es sorprendente como una persona se puede prestar a cualquier cosa con tal de curarse, aceptando y confiando en aquellos que dicen que van a curar por completo la insuficiencia renal crónica... y es sorprendente como puede haber tantas otras que se lucran con la desgracia y la enfermedad ajena. Esta personas, por llamarlas de alguna forma, se aprovechan de la ignorancia y la esperanza de los enfermos que, sin querer admitir que se trata de una enfermedad irreversible, buscan la solución y se agarran a un clavo ardiendo. Hijas que me explican que su madre tenía que haber empezado la diálisis y que se ha negado, maridos que hacen todo lo contrario de lo que dice el nefrólogo, enfermos que confían su salud y su dinero a quienes le engañan y estafan de mala manera... Yo pongo todo mi empeño en explicarles que la diálisis es algo que salvará sus vidas, que aunque no es algo agradable, ayudará a que se encuentren mejor, a que pueda seguir viviendo y disfrutando de todas la cosas bellas que le rodean... mientras se espera el ansiado día de que llegue un trasplante. De verdad que me quedo sin palabras cuando me encuentro con estos tipos de mensajes. Intento explicarles que si no se dializan no aguantarán demasiado tiempo. No quiero ser demasiado dura en mis palabras y procuro expresarme de forma que me entiendan y lograr que salgan de ese error que puede ser fatal. Les aconsejo que se informen bien, que acudan a asociaciones de enfermos renales del país y sobre todo... que luchen, que aunque sea una enfermedad para toda la vida, hay que intentar hacer que sea lo más llevadera posible y tener la mejor calidad de vida a pesar de las circunstancias. Ana Hidalgo |