La oscuridad reinaba en la noche y no había un sonido, no se escuchaban pasos .Ni las hojas de los arboles hacer ningún ruido, no se veía una rata ni un gato ni un perro, nada. Solo una gran luna llena inmensa, la mas grande que se haya visto por lo menos en 100 años. Casi nada se parecía a la calma de esa noche. Néstor fumaba y a su vez caminaba por esa oscura noche y sentía miedo, se sentía importante, creía que alguien lo observaba y estaba solo. aproximadamente eran las tres de la mañana.
Tres pibitos le piden fuego a Néstor.
-He amigo un fueguito ahí ¿piola o no?
-¿Qué?
-Que si tene’ fuego gato
Salió corriendo, los pibitos lo miraron y se rieron al verlo correr, realmente no tenían intenciones de hacerle nada, Néstor era bastante cagón y también paranoico. En el instante que corría pensó “que pinta de NEGROS, estos seguro me roban las zapatillas o la plata o no se, son unos NEGROS, tengo que correr escaparme de ellos yo no puedo permitir que estos NEGROS , me roben, seguro no saben ni hablar, nunca han leído un diccionario, no saben lo que significa ganarse la vida, no saben lo que es estudiar, como yo que estudié y se muchas cosas y no me merezco que estos negros me ataquen”. No era la primera vez que le quitaban las cosas, por su forma de vestir y por su actitud medio desinteresada, no prestaba mucha atención a lo que pasaba en la calle, generalmente, estaba mas atento a sus propios pensamientos.
Después de haber corrido unas 30 cuadras llegó a su destino, con todas sus pertenencias. Alquilaba una casa para el solo, bastante vieja y fea, pero se sentía bien porque se sustentaba el mismo y se sentía un triunfador por poder. Vivía de su trabajo en un mini-market. Al entrar encendió las luces y prendió un cigarrillo. Lo prendió al revés, pensó “soy un gorreado “. En realidad no lo era, nadie estaba con el, nadie en realidad lo quería pero él creía que sí. Tenía mucha gente cerca, pero en realidad estaba solo, el debía molestar a la gente para poder estar acompañado. Era de esas personas que están siempre buscando nuevos amigos, nueva gente para ver si pueden aprender alguna cosa nueva, a ver si pueden encontrar algún compañero de aventuras o alguien que tenga mas que él, alguien que reafirme su propia pelotudez, un patiño. Comió lo que quedaba de un delivery y se dispuso a dormir un rato por que tenía que trabajar en el mini-market otra vez, ya eran las 4 30 de la mañana y debía atinar mas o menos temprano.
Cuando se acostó tubo un sueño extraño donde unos extra terrestres que le comían el cerebro y luego dos ranas entraban por sus ojos , después saltaban dentro de su cabeza y el cuerpo rebotaba en el aire, el no se podía mover, estaba consciente pero muerto . Los saltos de las ranas lo hacían llegar hasta mas allá de las nubes y le daba tanto vértigo que le daban ganas de cagar.
Despertó agitado y algo había dentro de su habitación, no sabía que, se precipitó al ver una sombra. La sombra se movía de izquierda a derecha, detrás de una cortina amarilla.
Lo único que pudo decir con una voz bastante nerviosa fue –sa, sa,SALÍ DE AHÍ CARAJO !!, sa sa,SALI DE AHÍ LA CONCHA DE TU MADRE ¡! HAAAAAAAAAAAAA !! HIJO DE PUTA !!
La cosa se empezó a asomar detrás de la cortina, una cosa amorfa, tipo ultratumba no se , realmente horrible. El olor que empezó a destilar la bestia se asemejaba al de la bosta humana. El comenzó a sudar y a sentirse morir, automáticamente se puso pálido y sintió que era su fin, la muerte estaba cerca y no había nada que hacer. Esa mierda era la muerte, ese olor. El no creía en la superstición en los demonios, en toda esa mierda. Pero ahí lo tenía, tenía en sus ojos al mas horrible de los demonios. Era testigo de eso y simplemente no tenía escapatoria, lo único que podía hacer era escapar debajo de su cama. Mirando las patas del bicho por debajo de la cama. De repente sintió que le hablaba, no era una voz, eran como 5 voces juntas. Le decía cosas que no podía entender, le hablaba de su pasado y su futuro, pero en un idioma que no entendía. Sentía pero no entendía las palabras que el bicho le decía, vivía lo que el demonio le decía, eran verdades que iban mas allá de las palabras. Este bicho con las voces, el olor a mierda y la forma extraña de animalejo culo roto, era como en las películas, tal cual. Néstor parpadeó un instante y un golpe en la frente lo hizo quedar completamente paralizado, un golpe demasiado rápido, imposible de ver, como un rayo. Luego lo tomó del brazo y lo levantó por los aires, lo hizo romper el techo y voló, voló muy alto, mas alto que las montañas y mas alto que las nubes y mas alto que las estrellas y lo hizo desaparecer en el cielo. Había muerto.
Despertó súbitamente, era un sueño. Un sueño dentro de otro sueño. Se había cagado encima y soñaba con olor a mierda, con demonios y todas esas pelotudeces .Tenía la cabeza contaminada de ciencia ficción, tanta TV , por eso su inconsciente lo castigaba con esos sueños surrealistas. Se levantó se fue a lavar el culo y dejó la ropa en el lavadero, después cambió las sabanas. Llamó un delivery y se puso a mirar la televisión mientras esperaba. Se puso a ver un programa de bajo presupuesto, de esos que llevan a gente con cara muy muy horrible o que hacen cosas que son insólitas, como imitar el sonido de los pájaros, o hacer el ruido de un partido de tenis con la boca, o llevan a un falso chino y lo ponen a hablar en chino, cosas muy bizarras que le encantaba ver. Se reía a las carcajadas mientras llegó el delivery. Pagó 100 pesos por una pizza y 100 de propina, conocía al chico del delivery y le hacia otra compra especial.
Se dispuso a ir al trabajo caminando como hacia siempre, si bien quedaba lejos tenía tiempo de caminar, el tenía el turno de la tarde-noche y siempre salía temprano de casa para poder llegar caminando al trabajo. Veía los arboles y a la gente, saludaba vecinos, lo conocían bastantes personas en su camino al trabajo. Repentinamente lo interceptó una moto, lo cagaron a trompadas y le quitaron el celular, la billetera y la campera, gente que estaba muy bien vestida, ni siquiera parecía ladrona. Le pegaron bastante por resistirse e intentar correr y no dar las cosas, pero bueno, por lo menos no lo mataron. Decidió no cubrir su turno y avisar que no iba a ir a trabajar, de todas formas le informaron que habían clausurado el lugar porque estaba lleno de cucarachas y que iban a tardar un poco de tiempo en abrirlo otra vez, pagar la multa ,etc ,etc.
Volvió a su casa donde tenía algo de dinero guardado y se metió a la computadora para chatear por las 23 redes sociales que tenía, donde comentaba todo lo que hacía y todo lo que le pasaba y obviamente contó que no tenía mas celular y dio un sermón sobre ser buen ciudadano y no robar. También dio unas lecciones de neo-nazismo a sus contactos. Se puso a ver un poco las noticias y escuchó que habían asesinado a una chica de clase media-alta, jugadora de hockey y estudiante de medicina. Siempre las desgracias son las de la clase media alta, cuando le afanan a un cara de verga medio pobre nadie se entera, o cuando los policías matan impunemente tampoco. Néstor obviamente hizo la denuncia a la policía por que debía hacerlo, estaba muy sugestionado con lo que había visto en la televisión y mas envalentonado aun por que había escuchado a los “expertos “ en delincuencia del país. Realmente hacer la denuncia no le sirvió para nada, nunca supo nada de su celular ni la billetera ni nada.
Mas allá del robo él se sentía afortunado, el pertenecía a los que tenían algo, el no era un NEGRO, como él decía. El era un pseudo-Europeo-Argento un latinoamericano arrepentido. Tenía piel blanca y tenía un trabajo y se creía mejor que cualquiera, se creía mejor porque tenía un trabajo estable y porque nadie tenía nada que reprochar de su pasado, ni de su presente ni nada, ni de su familia. El había ocultado muy bien todo lo que no lo hacía “cool” inventaba historias de su pasado para parecer mejor.
Lo llamó un amigo y lo invitó a el centro para comprarse otro celular, un FANT-FONE 9 CON TACTIL, HD, FULL, NO SE QUE . Se fueron a comer algo a Mc Donalld’s . Compraron varios tragos y otros insumos para la noche y buscaron a donde ir a la noche. Se enteraron el y su amigo de una de esas fiestas que la entrada nada mas sale como 200 pesos y el viaje a la fiesta otros 100, y los tragos en el lugar salían el triple que en cualquier otro lado, pero no importaba, a ellos les gustaba aparentar y figurar en esos espacios. En esas fiestas nadie sabía nada de uno y si tenias un poco de plata para despilfarrar estaba todo bien, podía ser la plata de tus papás, pero vos pareces muy “cool” gastándola. Generalmente a esos lugares van chicos mantenidos por sus padres, otros que tienen plata en serio y otros que hacen como que tienen, bueno y ni hablar de las minas, todas trolas que buscan tipos con guita, alguna que otra va con el novio y se aburre.
El lugar estaba repleto hasta el fondo y obviamente Néstor quería figurar, quería ser sexy quería ser el centro de atención, tomo varios tragos y se toco con hombres y se tocó con mujeres. Y las horas pasaron y Néstor sentía que volaba que todo era de el, que el mundo era suyo y que nadie podía quitárselo, nadie podía quitarle sus amigos ni su estado, ni su fiesta, ni nada. El era el rey y seguiría siéndolo siempre y cuando tuviera dinero y la música siguiera, intentó figurar todo lo que pudo, la música era un éxtasis el PUM PUM PUM PUM de la música electrónica el DUB-STEP o como sea que se llame volvía loco a Néstor. La fiesta termino en ese lugar y continuó en la casa de un muchacho con mucho dinero. En la casa de este chico adinerado todos cogieron todos con todos, minas con vagos, minas con minas, vagos con vagos, objetos con minas y con vagos, hasta un perro se cogía un poco a uno y a otra. Todo eso ocurría y Néstor sentía que nada podía ser mejor , el era un triunfador, experimentaba algo que casi nadie había experimentado, una de esas orgias locas donde todos se follan con todos, esas que salen en las películas de Hollywood esas que tienen los actores , la gente importante, el era importante.
Salió de esa casa a las 9 de la mañana y fue a su casa para dormir un poco supuestamente hoy era su día de franco. Todavía le duraba la borrachera que se había agarrado, pero ahora era de día y estaba solo, estaba sin nadie, aburrido, solo y siendo nadie otra vez. No sabía cómo sobrellevar la soledad, no sabía ser solo. A él le gustaba aparentar, le encantaba hacerle creer cosas a la gente, decirle que conocía gente famosa, que era el primo de alguna estrella y lo gracioso es que todos le creían, tenía carisma para engañar. Estaba cada vez mas deprimido por que ya todo había terminado, estaba quebrado y ni siquiera tenía para ir a su casa en taxi, debía caminar, se había patinado toda la guita en la joda, le habían pelado la billetera los parásitos de la fiesta. Después de un tortuoso camino a casa, con el sol en la cabeza toda la mañana y una resaca que comenzaba a manifestarse como dolor de cabeza llegó a su casa. Había dejado la computadora prendida y tenía varios mensajes de amigos, el era muy popular en sus redes sociales. Pero ahora se sentía muy importante como para contestar. Leyó un mensaje que decía que ya podía trabajar después de su franco, que el mini-market ya estaba abierto. Se acostó a dormir.
Volvió a tener una pesadilla extraña y al día siguiente volvió a comer llamando un delivery, antes de comer le sacó una foto a su comida y la subió a facebook, comentó y revisó sus redes sociales, disfrutó su franco, comentó cosas de la noche anterior. Se sentía bien porque tenía algo para decir en sus redes sociales, podía ser famoso por un rato. Podía aparentar algo que no era, podía mentir, podía hacer lo que le gustaba. Podía sentirse importante, podía darse importancia en su soledad en frente de ese aparato. Después de disfrutar su franco y haber disfrutado su resaca y haberla comentado, se dispuso a ir a dormir, para ir a su trabajo al día siguiente.