Parezco adolescente, pero me agarró un no-sé-qué con los esmaltes de colores. Mis dos últimas adquisiciones:
Orange Olé, de la nueva colección pimavera-verano de Maybelline.
Y un rosado chillón:
Señora, DURA, este esmalte DURA. No sé si 7 días como dice la promesa, porque al 5° día ya me harté del mismo color y me lo saqué, pero llegué sin tener ni una levantadita 5 días, asi que seguro que dos días más aguantaba... la que se cansó fui yo, mea culpa. Ninguna levantadita con el esmalte Resist&Shine de L'Oréal. En este caso usé el color 430.
Eso si, tiene un secretito: lo mejor es colocarlo antes de irse a dormir. Obvio que hay que esperar a que se seque (que lo hace muy rápido) y a la mañana siguiente no hay nada que lo descascare. Intenté hacer lo mismo con otro esmalte de una amiga que seguro se acuerda de mi madre, pero sólo logré marcas de sábana a la mañana.
A lo sumo tendrán los bordes un poco desgastados, pero levantados jamás.
Apenas me compre el verde jade, se enterarán