Revista Música

New order - technique (1989)

Publicado el 15 abril 2013 por Lou Rambler
NEW ORDER - TECHNIQUE (1989)
No he visto que New Order sea una banda muy reivindicada en esta parte de la blogosfera (y creo que puedo entender por qué). Sin embargo quiero aportar mi granito de arena para remediarlo.
Cuando en 1989 New Order publicaron “Technique” no le hice el menor caso, del mismo modo que no se lo había hecho a ninguno de sus discos anteriores. Tuvieron que pasar aún algunos años para que mi percepción acerca de New Order empezara a cambiar y todavía algunos más hasta que me decidiera por fin a hacerme con alguno de sus discos. El elegido fue “Technique”, no porque conociera algo de él, sino porque recordaba haber leído en algún sitio que ese álbum había constituido su última obra maestra y, desconociendo la práctica totalidad de su obra salvo algunos de sus temas más pinchados y radiados, no veía qué había de malo en comenzar por la última para ver si me daba la oportunidad de seguir adentrándome en su obra o, simplemente, lo dejaba ahí. Eso es, por cierto, lo que estuvo a punto de suceder cuando, al poner el CD en el reproductor, empezaron a sonar los ritmos tecno y dance de “Fine Time”, la primera canción del disco y cuyo sonido representaba en principio todo aquello que me había echado para atrás hasta ese momento para decidirme a dar a New Order la oportunidad de sonar en la sala de mi casa. Por un momento pensé que me había equivocado en mis expectativas y que no lograría aguantar la escucha de un disco entero lleno de esos sonidos orientados a la pista de baile y que, para más inri, me sonaban a esas alturas algo obsoletos (situémonos alrededor del año 2000). Aun así decidí no dejarme vencer tan fácilmente, después de todo, si había llegado hasta ahí, era porque a lo largo de toda esa última década había ampliado considerablemente mis miras y gustos musicales mucho más allá del clásico rock guitarrero más o menos duro al que me había limitado a lo largo de los 80. Así pues, decidí dejar mis prejuicios a un lado y continuar escuchando. En eso llegó el segundo tema y cuál no fue mi desconcierto al escuchar el comienzo de “In Between Days” de The Cure, pero… ¿no habíamos quedado en que estaba escuchando un disco de New Order? ¿Qué es esto?... Bueno, la verdad es que no suena nada mal y resulta que sí son New Order después de todo y que la canción se llama “All The Way” (... aunque luego voy a ver si en los créditos o en la autoría hay algo que haga referencia a esa similitud). Mientras estaba en estas elucubraciones el sonido más dance había dejado paso a un pop igualmente bailable pero en el que el sintetizador había sido sustituido por el bajo y la guitarra como soportes principales de la canción, acompañados de unos teclados medidos y clavados, y en el que la melodía comenzaba a intuirse como una baza importante de la banda que estaba empezando a descubrir. Me gusta... Y me gustó aun más comprobar que en la siguiente canción se mantenía la misma tónica y que mis sospechas en torno a las melodías estaban bien fundadas, pues “Loves Less” es una delicia de principio a fin. A todo esto me doy cuenta de que, desde que ha comenzado el disco, no me he podido sentar y de que mis pies, además, han comenzado a moverse de manera sospechosa sobre el suelo. Y para cuando estoy moviéndome y dejándome llevar lleno de una extraña alegría por la placentera melodía y el ritmo pegadizo de “Round & Round” ni siquiera he caído en la cuenta de que los teclados y sintetizadores han recuperado su protagonismo. Quien sí lo ha hecho es mi mujer, a quien de repente descubro contemplándome con sonrisa incrédula desde la puerta de la sala, interrumpiéndose así abruptamente mi exhibición de baile (tengo una imagen que mantener) para volver a retomarla tras unos segundos (a la mierda la imagen), los que transcurren hasta que comienza esa maravilla que es “Guilty Partner”, p.o.m. con la que ya hemos pasado el ecuador del disco sin que apenas haya tenido tiempo de darme cuenta. Y para cuando el disco ha terminado New Order han conseguido otro, puede que tardío, pero rendido al fin y al cabo, admirador de su sonido de pop bailable placenteramente oscuro y decadente, de ritmos tan elegantes como contagiosos, líneas de bajo que se te incrustan en las neuronas, teclados que constituyen la esencia de la perfección pop y melodías hedonistas al máximo. O así es como yo lo veo. 
Así que, no sé si elegí el mejor disco para iniciarme con New Order, pero de lo que no hay duda es de que la jugada salió redonda. “Technique” reúne al mismo tiempo la esencia y toda la variedad de New Order, con un equilibrio perfecto entre los temas más electrónicos y directamente pensados para romper pistas (“Fine Time”, “Round & Round”, “Mr. Disco”, “Vanishing Point”) y las canciones en las que bajo, guitarra y teclados llevan el peso de las mismas para darnos una lección magistral de lo que es la perfección hecha pop (“All The Way”, “Love Less”, “Guilty Partner”, “Run”, “Dream Attack”) y, por sobre todo ello, unas melodías cuyo resultado es una sucesión de pequeñas píldoras de la felicidad en forma de canción. 
Mi siguiente, y creo que lógico paso después de eso, fue pasar por caja para hacerme con “Substance”, su fantástico y soberbio disco recopilatorio de 1987 y, como efecto colateral, el lamentarme por no haber sabido apreciar en mis años de adolescencia el sonido de New Order… pues, con esa música pensada para el placer –me decía- sí que hubiera roto pistas y (con un poco de suerte) algunas otras cosas… En fin, para terminar, y a modo de curiosidad, decir que, en cuanto a la similitud con el tema de The Cure a la que hice alusión al principio, no aparece nada en los créditos, por lo que deduzco que Robert Smith no tuvo nada que objetar al respecto. En cambio me sorprendí por una coautoría con John Denver en la canción “Run”. La explicación: cierto parecido con esa deliciosa obra maestra del de Colorado titulada “Leaving On A Jet Plane”.

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