En New World, Lee interpreta a un detective infiltrado en la mayor banda criminal del país, Choi Min-sik es su mentor, el detective Kang, y Hwang es el segundo al mando de la banda criminal. Cuando el jefe de la banda muera, su segundo tomará el mando y una lucha interna por el poder y el acoso de la policía hará que el detective infiltrado tenga que tomar una decisión final sobre donde está su lealtad y a quien traicionará.
De nuevo nos topamos con un film made in Corea del Sur donde en este caso las triadas chinas y sus ansias de poder son el pan de cada día.
La trama nos cuenta de manera apasionante y sosegada el nacimiento de un mafioso partiendo de la base de un hombre correcto, serio y recto que traspasa el umbral hacia el crimen y lo desconocido.
El director Park Hoon-jung declaró en la presentación de la película en el Festival Internacional de Sitges, que esta era una mezcla de Infernal Affairs (Lau Wai Keung y Alan Mak, 2002) y The Godfather (Francis Ford Coppola), y no le falta razón ya que bebe de ambas fuentes.
Es un mundo violento y descarnado donde cualquier minuto puede ser el último nos encontramos con los dos bandos, polis contra gansters.
Pero aquí, en lugar de luchar abiertamente por el poder, mafiosos y policías lo hacen con otro objetivo en mente. Los mafiosos tratan de elegir correctamente su bando, posicionarse del lado del nuevo jefe para que ejerza de escudo ante las consecuencias de sus acciones.En el otro bando la estrategia no es eliminar a traficantes, ya que otros ocuparán su lugar y eso daría pie a abrir nuevas investigaciones. El propósito es el mismo, controlarlos y saber tratarlos para que limiten su campo de acción todo lo posible.En ambos bandos la finalidad es no acabar en un barril en el fondo del mar, algo parecido a lo que sucede en muchas ciudades de México con los cárteles. Es por ello que apenas hay escenas que traten temas familiares fuera de la trama policial-mafiosa. No hay tiempo para la familia, este mundo lo absorbe todo, si es que tu objetivo es sobrevivir.El nuevo perfil de los infiltrados en bandas fuera de la ley es despiadado y sin reservas, dando a entender que la propia policía es la que obliga a deshumanizar a sus hombres para poder desempeñar esta labor con éxito. La soledad, la incomprensión y la desesperanza son los únicos compañeros de estos infiltrados que firman su sentencia de muerte al aceptar dicha misión. Porque cuando un policía no puede ejercer como tal, ¿Entonces qué es? ¿En qué se convierte? Son hombres sin identidad, sin pasado, con un presente negro y un futuro más que incierto, en el que las posibilidades de acabar rendido al enemigo son más altas que la de lograr la meta inicial. Un claro ejemplo del ser humano que tiene que adaptarse y comportarse a según el terreno en el que se encuentre.El film tiene, como no, sus dosis de violencia características del genero, pero es una violencia bien filmada y ejecutada. La escena del ascensor será recordada en los siguientes años, y homenajeada por otros directores seguramente (Tarantino, etc).Como contrapunto el film tiene un metraje demasiado extenso lo cual hace que en algunos momentos de la trama se haga un poco tediosa, aunque en términos generales traza una historia muy lineal y correcta de los hechos que explica y su desarrollo.
En términos de interpretación cabe decir que el reparto cumple con su cometido y como en cada vez mas pelis coreanas tenemos al actor Choi Min-sik que hace un buen papel como nos tiene acostumbrados viviendo su personaje y llevándolo hasta el limite. Un actor que todos recordamos de sus inicios por la gran "Old Boy" de la trilogía de la venganza del señor Park Chan-Wok.El resto de personajes están bien definidos por sus actores aunque en Europa tengamos menos referencias a ellos seguramente en su país son referencia.Si bien el relato mantiene la intriga y el interés en todo momento, pese a verse venir el desenlace con algo de antelación, su mirada minuciosa y en ocasiones detallista al mundo mafioso esta bastante bien conseguido.El film de Park Hoon-jung se beneficia del tono crepuscular añadido y de una fantástica banda sonora de Jo Yeong-wook, cuyo tema principal perdurará en nuestra memoria por mucho tiempo. Tanto como esta sensacional película de Park Hoon-jung, que se merece una larga trayectoria comercial tanto dentro como fuera de sus fronteras.