Revista Arte

Newdad, madra: la fusión entre alma y música

Por Asilgab @asilgab
NEWDAD, MADRA: LA FUSIÓN ENTRE ALMA Y MÚSICA
 

Tras sus exitosos y fulminantes Ep’s: Waves y Banshee, el grupo de Cork publica su primer larga duración, MadraPerro en irlandés—. Un disco con once temas, y cuyo primer single es el corte que lo abre: Angel, un tema pleno de madurez y energía contenida. Desde esa propuesta inicial Newdad nos muestran que la fusión entre alma y música sea quizá la mejor apuesta que, combinada con la sencillez, les ha llevado al mayor de los aciertos, pues sus composiciones les están llevando a ese lugar —único y personal que todo autor anhela—, y que ellos propician con su particular sonido teñido de guitarras en ocasiones leves, y otras contundentes cercanas al shoegaze o a un pop lírico sin concesiones, como demostraron hace poco en su actuación en la BBG inglesa cuando reinterpretaron el tema de The Cure, Just like heaven. Un grupo, el de Robert Smith, con el que se les ha dado en comparar junto a New Order o Cocteau Twins, aunque debemos advertir que sus canciones hasta el momento carecen de instantes tan tremendistas u oscuridad total. Lejos de comparaciones que nos fijen el objetivo de su música, Newdad junto a la voz de su cantante, Julie Dawson, son una magnífica excusa para alojarnos en ese universo propio que están creando. Universo de temas intimistas y desgarradores que nos invitan a mirar el mundo sin más contemplaciones que las de hacer frente a la realidad. Un estigma al que ellos se aferran para denunciar el acoso escolar o la invisibilidad a la que en demasiadas ocasiones somos condenados. De esa injusta condena nacen unas canciones que buscan en las entrañas de los fracasos, olvidos y desencuentros, para a partir de ahí, rebelarse contra todos ellos y crear algo nuevo. Nuevas creaciones que, en la denuncia, buscan algo de esperanza. Redentora si se quiere, pero muy bien expresada cada vez que Dawson canta, pues su voz nos sugiere la posibilidad del cambio y la constancia del que al final sale del agujero al que otros le han llevado.

Con una formación básica de guitarras, bajo y batería, Newdad exploran sonidos que nos llevan tanto a instantes oníricos y atmosféricos como al clásico runrún shoegaze intimista y atormentado en una versión postmillennial que acompañaría muy bien a las imágenes de la serie Gente normal basada en la novela homónima de la escritora irlandesa Sally Rooney. Nosebleed es un buen ejemplo de ello, con sus suaves guitarras y una melodía que se asemeja a esa dulce caricia que nos reconforta del dolor. Ahí es donde la producción del disco se hace más que efectiva a la hora de ejemplificar la profundidad de un sonido que nos hace viajar a través de sus notas, y la imagen que han elegido para la portada del disco. Algo que también podríamos decir de Lets go, un tema en el que esta vez el grupo trata de mostrarnos su cara más agresiva y rítmica, en consonancia con sus primeros trabajos. Un camino que siguen explotando en Nigthmares con audacia y brillantez en lo que podríamos denominar como un medio tiempo en las composiciones del grupo, a las que se adhieren con más brillantez en Madra, la canción que cierra el disco y le da nombre, y que es la mejor muestra de un grupo que tiene todas las papeletas para seguir creciendo con la fusión entre alma y música.

De momento, su gira de presentación se circunscribe a Irlanda y el Reino Unido: https://www.newdad.live/

Ángel Silvelo Gabriel.


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