Jueves 9 de Julio de 2015
Nuestro Sol y el sistema solar están integrados en una amplia gama de estrellas profundas dentro del disco de la galaxia de la Vía Láctea. Incluso desde la distancia, es imposible ver las características a gran escala de nuestra galaxia que no sea el disco. La segunda mejor opción es mirar más lejos en el universo, en las galaxias que son similares en forma y estructura a nuestra galaxia.
NGC 3949 es un claro ejemplo de lo que puede ser la Vía Láctea vista desde fuera, tomada en ésta imagen por el telescopio espacial Hubble. Al igual que nuestra Vía Láctea, esta galaxia tiene un disco azul de estrellas jóvenes salpicadas de regiones de estrellas en proceso de nacimiento en rosa brillante. En contraste con el disco azul, el brillante bulbo central se compone principalmente de estrellas más viejas y más rojas.
NGC 3949 se encuentra a unos 50 millones de años luz de la Tierra. Es un miembro de un grupo suelto de unas seis o siete docenas de galaxias ubicadas en la dirección de la constelación de la Osa Mayor. Es una de las galaxias más grandes de este grupo. Esta imagen fue creada a partir de datos del Hubble tomadas con la Wide Field Planetary Camera 2. Exposiciones separadas a través de filtros azul, visible y del infrarrojo cercano se han combinado para hacer que se parezca a la imagen en color natural. Esta imagen fue producida por el equipo del Hubble (STScI).
Fotografía original
Crédito: NASA, ESA and The Hubble Heritage Team (STScI / AURA)