Ni en cien años – @Mous_Tache

Dos horas y quince millones de puñaladas es el tiempo que nos separa.

Si dolieron las palabras afiladas que nos pusieron tan lejos, más duelen cada uno de los segundos clavados en la garganta al susurrar tu nombre esperando tu sonrisa y que me conteste la almohada.

¡Venga, levanta, que todo pasa!

Todo pasa, todo, hasta la vida, la misma que quiero pasar contigo. Va, no pienses, avanza.

Vaqueros y zapatillas. Última mirada al espejo. Sonrisa de medio lado y pose de impecable fractura. Ya estás listo, pero tonto, ¿por qué la dejaste marchar?

Extraña mañana esta en la que siendo todo igual parece tan diferente. Los sonidos sólo ecos y los colores muy tristes, pese a que brilla el sol y eso es porque te ríes.

No quiero saber de ti nunca más hasta mañana, o hasta dentro de un ahora, si los recuerdos me asaltan. Ladrones de malos momentos cuando ponen ante mí la intensidad de tu mirada.

¿A quién quiero engañar pudiendo engañarme a mí mismo?

Continúo mi paseo viéndote en cada esquina, cada calle y cada plaza donde compartimos instantes, confidencias, carcajadas,… pero con la firme promesa de que aunque pasen cien años, antes o después, olvidada.

Oye niña, ¿por qué no llamas?

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