Campaña “Ni un paso atrás para el clima”.
Tras la severa sensación de haber perdido una gran oportunidad en Copenhague y México para trazar un acuerdo internacional firme y decidido en materia de Medio Ambiente a la hora de poner freno al cambio climático y paliar sus efectos, de nuevo, estamos ante una Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático o UNFCCC por sus siglas en inglés.Han pasado dos años durante los cuales, cada nación ha obrado por cuenta propia para convencer al seno de Naciones Unidas de que existe cierta responsabilidad nacional en materia de cambio climático, siempre a merced de los intereses económicos dictados en cada momento. Fruto de estas políticas errantes e interesadas, llegados a la 17ª Conferencia de las Partes (Enunciada "COP 17") en una situación muy semejante a la que se vivía hace dos años en Copenhague. Desde el pasado Lunes 28 de Noviembre y hasta el Viernes 9 de Diciembre casi doscientos países se han dado cita en la ciudad sudamericana de Durban; y como no podía ser de otro modo, son Durban y la citada Cumbre las que acaparan toda la atención de Científicos, Naturalistas, Ecologistas y ciudadanos de todo el mundo, conscientes de que es mucho lo que nos jugamos en esta Convención.Las naciones implicadas en este evento de notable trascendencia consideran que estamos ante una reunión definitiva a la hora de establecer y cerrar las negociaciones sobre políticas climáticas internacionales; en principio porque el Protocolo de Kioto vence al final del año próximo y, por supuesto, porque nos hallamos ante una situación de emergencia ecológica, climática y humanitaria.Un dato que bien representa la situación que vivimos es el hecho de que a lo largo del pasado año se alcanzase un máximo histórico en los niveles de gases de efecto invernadero y que cada año perecen más de trescientas cincuenta mil personas a consecuencia de la crisis climática y sus secuelas inmediatas.Esta 17ª Conferencia de las Partes no ha pasado desapercibida para el Fondo Mundial para la Naturaleza, organización sin ánimo lucrativo que sin dudarlo ha presentado este evento de la forma más esclarecedora y escueta posible:“Durban es la última oportunidad para ofrecer seguridad en un futuro régimen climático. Los ciudadanos del mundo estamos a la espera de una señal clara por parte de los gobiernos que asegure la consecución en breve de un acuerdo climático global suficientemente ambicioso, justo y vinculante. El cambio climático está teniendo un impacto real en las personas y los ecosistemas ya en la actualidad. El mundo no puede permitirse el lujo de dar marcha atrás en los progresos ya realizados. Es por eso que necesitamos que los países ya comprometidos firmen un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, y paralelamente se dé un mandato para conseguir un acuerdo global legalmente vinculante”.En perfecta consonancia con esta apurada situación WWF ha transmitido a las partes implicadas algunas exigencias que no son otra cosa que los requisitos demandados por los ciudadanos de todo el globo; éstas exigencias son principalmente cinco, y en esencia recogen las mayores preocupaciones compartidas por el sentir general de los pueblos.Como era de esperar, en primer lugar se demanda cerrar la brecha entre las actuales promesas nacionales de reducción de emisiones y lo que la Ciencia nos dice que es necesario para limitar el aumento de la temperatura mundial y evitar un cambio climático catastrófico; en Durban, esta brecha tiene que ser reconocida y debe ser descrita una vía para cerrarla. Otra petición obvia es la de establecer un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto; actualmente es el único compromiso internacional vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y como se ha indicado, expira en un año y no tenemos todavía ningún acuerdo que lo sustituya, por tanto, es imprescindible mantenerlo. En tercer lugar, solicitamos identificar y promover fuentes innovadoras de financiación (Tales como tasas al transporte aéreo y marítimo internacional, o a las Transacciones financieras) para ayudar a los países más vulnerables a limitar sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático; esto incluye acuerdos sobre la gestión del Fondo Climático Verde, así como de donde procederán los recursos para asegurar la promesa de cien mil millones de dólares hecha por los países desarrollados en Copenhague. Seguidamente se incita a crear un marco para garantizar que el Programa de Colaboración para la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal en Países en Desarrollo de las Naciones Unidas contribuya a la reducción de emisiones reales, al tiempo que protege los derechos de los pueblos indígenas y comunidades dependientes de los bosques y la conservación de la biodiversidad. Se solicita además por encima de todo un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que se traduzca en una reducción del 80% en las emisiones globales de gases de efecto invernadero entre 1.990 y 2.050. Con el fin de dar el mayor soporte y legitimidad a este conjunto de exigencias enmarcadas en el ámbito internacional, el Fondo Mundial para la Naturaleza ha abierto un banco de firmas, con las cuales se pretende acompañar el documento y dar así mayor relevancia a las preocupaciones populares y ofrecer la oportunidad a ciudadanos de todo el mundo de alzar su voz en beneficio de todos, pues el cambio climático no es solo problema de unos pocos.Desde El Espejo de la Ciencia animo a todo lector a formar parte de esta petición ciudadana internacional y sugiero que contribuyan a la recogida de firmas no solo aportando la suya propia, sino captando la atención de familiares, amigos y vecinos, pues cuantas más firmas sean aportadas, mayor será el apoyo público que reciban las peticiones aquí plasmadas. Pueden hacer uso del siguiente enlace para validar su firma digital, tan solo es necesario indicar el nombre completo con sus apellidos, correo electrónico y número del Documento Nacional de Identidad. Es hora de actuar.- Ni un paso atrás para el clima. Ciberacción.