Revista Cultura y Ocio

Nick Drake, Parte 2: Pink Moon

Publicado el 21 mayo 2010 por Sextohombredigital
Nick Drake, Parte 2: Pink Moon"Now we rise / And we are everywhere"

Una honda depresión acompaño los cuatro últimos años de vida de Nick Drake. Al poco de publicar Bryter Layter, Joe Boyd decidio vender su discográfica 'Witchseason' a Chris Blackwell, el propietario de 'Island Records', y se trasladó a Los Ángeles. Esto supuso un durísimo golpe para Nick.

Como se sentía tan mal, sus padres, y el propio Boyd por teléfono, le insistieron para que visitase a un psiquiatra. Al final, ya en 1971, Nick accedió. El psiquiatra le prescribió tres antidepresivos diferentes, declarando que era un caso de depresión interna, sin causas externas concretas.

Ahi comenzarón los problemas de Nick con las pildoras ya que las tomaba según fuera su estado de animo. Si se sentía mejor las dejaba, y si volvia a estar mal las tomaba como si fueran aspirinas. Volvió a vivir con sus padres en Tanworth-in-Arden.

La depresión se hizo agobiante. Nick solía sentarse durante horas en una silla, moviendo nerviosamente las manos sobre sus rodillas mientras miraba fijamente por la ventana u observaba el brillo de sus zapatos. Su amigo Paul Wheeler recuerda: «Estaba muy distante. Se fue alejando, y alejando, y alejando, hasta que simplemente desapareció».

Si bien Island Record no esperaba ni quería un tercer álbum, Drake se acercó a Wood en octubre de 1971 para comenzar a trabajar en lo que sería su último álbum. Las sesiones solo contaron con la presencia de Drake y de su ingeniero en el estudio, y la grabación se produjo en dos noches. Las sombrías canciones de Pink Moon son cortas y el álbum, formado por once canciones, solo dura 28 minutos, una duración "adecuada" según Wood. Drake no se había mostrado satisfecho con el sonido de su trabajo anterior, ya que pensaba que los arreglos de cuerdas, vientos y saxofón lo hacían sonar "muy lleno, muy elaborado".

El primer ejemplo ya figura en la canción inaugural, la homónima "Pink Moon", en la que como único adorno aparece un piano, tocado también por Drake, que se limita a resaltar la melodía del modo más simple, como llamando discretamente la atención sobre ella. En la insuperable "Things Behind The Sun" ni siquiera precisa de eso para construir una obra maestra. En el resto del disco, y contrariamente a la leyenda, no estamos sólo ante una visión miserable del mundo, sino ante un disco que transmite muchas sensaciones y sentimientos diferentes, sin excesos de énfasis ni vulgares efectismos. Es cierto que "Place To Be", "Parasite" o "Which Will" muestran unas indudables dosis, o bien una cierta tristeza, o bien incómoda tensión y profundo desarraigo. Drake era esencialmente un tipo melancólico e introspectivo. Pero cerrando el disco con un mensaje tan esperanzado como el de "From The Morning", una cierta idea de renacer, de posible mejora y alivio en un nuevo comienzo sí que se manifiesta al final: "Vi anochecer un día/ y era hermoso/ y cayó la noche/ y el aire era hermoso".



Tras Pink Moon Nick empeoró. Se autoingresó en un hospital psiquiátrico local durante cinco semanas y después volvió a casa de sus padres. Decía que no entendía el sentido de la vida.

Como no era capaz de escribir música buscó otra cosa que hacer. Visitó la oficina de reclutamiento del ejército pero no superó la entrevista. Después lo contrataron como programador de ordenadores en la empresa de su padre, pero tuvo que viajar a Londres y vivir solo en un hotel, y a los tres días lo dejó.

En febrero de 1974 Nick Drake grabó sus 4 últimas canciones ('Voice From The Mountain', 'Rider On The Wheel', 'Black Eyed Dog' y 'Hanging On A Star') con la ayuda del leal John Wood, que pretendían ser el inicio de su próximo álbum. 30 años después se supo que en aquellas sesiones habían grabado una canción más: 'Tow The Line'.

Drake estaba morbosamente deprimido cuando escribió las canciones. En el estudio, una vez terminadas las pistas instrumentales, Wood le dijo: «Estás teniendo problemas con las palabras». «Sí –replicó él–, no puedo pensar en palabras. No siento ninguna emoción respecto de nada. No quiero reír ni llorar. Estoy insensible, muerto por dentro».

Tras este intento fallido Nick decidió dejar de cantar, y esta decisión le hizo sentirse feliz de nuevo. Se fue a París a vivir en una barcaza sobre el Sena, y decidió que le encantaba estar ahí y que refrescaría su francés. Decía que no iba a volver a grabar canciones, pero que las escribiría para otros, tal vez para la cantante francesa Françoise Hardy, que ya en una ocasión se lo había pedido. Era el verano de 1974.



Muerte

En el otoño de 1974 Drake dejó de recibir dinero de Island, y seguía alejado de sus amigos debido a los problemas que le causaba la depresión. En esta época intentó mantenerse en contacto con Sophia Ryde, a quien había conocido en Londres durante 1968. Ryde ha sido descrita por los biografos de Drake como lo "más cercano" a una novia que tuvo Drake, aunque ella prefiere ser considerada su mejor amiga. En una entrevista del año 2005, Ryde reveló que una semana antes de la muerte de Drake, ella había intentado cortar la relación: "No pude sobrellevarlo. Le pedí algo de tiempo. Y nunca lo volví a ver". Al igual que con la relación que Drake tuvo previamente con otra artista de folk, Linda Thompson, su relación con Ryde nunca se consumó. En octubre de 1974 Drake viajó a Francia para contactar a la cantante y actriz Françoise Hardy, quien en una ocasión consideró la posibilidad de grabar un álbum con sus canciones.

En las primeras horas del 25 de noviembre de 1974, Nick Drake falleció en la casa de sus padres en Far Leys por una sobredosis de amitriptilina, un tipo de antidepresivo. La noche anterior había ido a dormir temprano, tras pasar la tarde de visita con un amigo. Cerca del amanecer dejó su habitación para ir a la cocina. Su familia estaba acostumbrada a oírle hacer eso, pues solía hacerlo con frecuencia, pero en esta ocasión no emitió ningún sonido. Pensaron que estaba tomándose un tazón de cereales. Poco después volvió a su habitación y tomó algunas pastillas "para ayudarle a dormir". Drake solía sufrir insomnio y frecuentemente se quedaba despierto toda la noche tocando y escuchando música, antes de dormir hasta la mañana siguiente. Recordando los eventos de esa noche, su madre posteriormente afirmó: "No solía molestarlo en absoluto. Pero eran las doce en punto, y entré, porque realmente parecía que era la hora de que se levantara." Así fue como lo encontró muerto.

Sepultura de Nick Drake. La lápida contiene como epitafio una frase de la letra de "From the Morning", la última canción de su último álbum ("Now we rise / And we are everywhere").


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