La Sra. Alberdi y la Sra. Kidman se reunieron con sobrevivientes de violencia que viven en un campamento temporario, con funcionarias y funcionarios haitianos, con oficiales de la ONU, y con organizaciones no gubernamentales nacionales que trabajan para asistir a las mujeres afectadas por el terremoto.
“Pude observar de primera mano los efectos de este desastre humanitario sobre las mujeres y las niñas. La falta de refugio y seguridad las hace más vulnerables a la violencia, especialmente a la violencia sexual,” declaró Nicole Kidman, Embajadora de Buena Voluntad de UNIFEM. “Sin embargo, también he sido testigo de la determinación y la resiliencia de las mujeres y los hombres de Haití para reconstruir su país.”
En un refugio temporario para mujeres y niñas que han sufrido violencia sexual o que se encuentran en situación de riesgo, vio a las líderes mujeres prestando servicios médicos y jurídicos, así como asesoramiento y capacitación para subsistencia. “Esto debe hacerse a gran escala y ellas necesitan apoyo," afirmó Kidman.
La violencia contra las mujeres y las niñas, extendida incluso antes del sismo, ha sido endémica desde entonces, con mujeres y niñas que viven en tiendas de campaña y otros refugios temporarios que las vuelven vulnerables a las agresiones. La pobreza extrema significa que muchas tienen pocos lugares adonde recurrir por protección o recursos para mejorar su vida. El ingreso anual promedio de las mujeres de Haití es de US$ 626, en comparación con los US$ 1.695 que perciben los varones. Las reuniones con las defensoras de las mujeres durante la visita hicieron hincapié en el empoderamiento económico de las mujeres como prioridad, incluyendo la necesidad inmediata de incorporar a las mujeres a los programas de creación de empleo y de brindar acceso al crédito y las oportunidades de capacitación.
“Las mujeres de Haití están trabajando arduamente para reconstruir cada aspecto de su vida, pero necesitan apoyo adecuado y sostenido para su seguridad" expresó Inés Alberdi, Directora Ejecutiva de UNIFEM. “Existe también la necesidad impostergable de abordar las necesidades de desarrollo a más largo plazo, como las oportunidades de ingreso y la restauración de las escuelas para sus hijos e hijas.”
Inés Alberdi subrayó que convertir a las mujeres en un elemento central de la planificación y el financiamiento del socorro y la recuperación posterior al desastre no es solamente un asunto de derechos de las mujeres, sino también una política inteligente de desarrollo y seguridad.
En Puerto Príncipe, la Sra. Kidman y la Sra. Alberdi visitaron el único albergue para sobrevivientes de violencia en Haití, el cual administra Kay Fanm, organización socia de UNIFEM. Debido a que el edificio que alojaba a ese centro fue destruido por el terremoto, unas 13 jóvenes, algunas de ellas con sus hijos e hijas, han encontrado refugio temporario.
Por ahora, las tiendas de campaña han sido reemplazadas por cabañas de madera, que les proporcionan cierta protección de las lluvias torrenciales durante la estación húmeda. Para las jóvenes y las niñas, éste es un lugar seguro: “Me siento segura. Tengo albergue y comida y me puedo concentrar en aprender”, dijo una de ellas, que fue secuestrada y abusada un año atrás y desde entonces vive en el refugio de la organización. Ahora asiste a la escuela para continuar sus estudios y espera convertirse en pediatra. “La atención de la violencia sexual y física ha sido una materia central de los esfuerzos de nuestros aliados de la sociedad civil y el Gobierno para promover los derechos humanos de las mujeres en Haití durante años" afirmó Kathy Mangones, Directora de Programa de País de UNIFEM en Haití. “La labor que UNIFEM viene llevando adelante con ellos después del terremoto se basa en esos esfuerzos, pero ahora, más que nunca, se requiere de los recursos y la voluntad política suficientes”, agregó.
En otro encuentro durante su estadía en Haití, la Sra. Kidman y la Sra. Alberdi se reunieron con ex maestra de escuela, quien ahora está intentando ofrecer algunas actividades educativas en el jardín de su casa (que quedó destruida) a niñas y niños de los refugios temporarios circundantes.
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UNIFEM ha estado trabajando en asuntos de programación en Haití desde 2004, y estableció allí una oficina de país en 2007. Dicha oficina se centra en aumentar la seguridad y los derechos económicos de las mujeres, en la eliminación de la violencia contra las mujeres y la promoción de la justicia de género en el gobierno democrático. UNIFEM Haití trabaja en estrecha colaboración con el Ministerio de Asuntos y Derechos de la Mujer (MCFDF), organizaciones comunitarias de mujeres y la sociedad civil, incluyendo a líderes religiosos tradicionales y asociaciones de varones. Luego del devastador terremoto de enero y en alianza con socios nacionales, UNIFEM ha dado prioridad al enfrentamiento de desafíos clave, como el desarrollo de estrategias para la provisión de servicios, el abordaje de la prevención y la respuesta a la violencia sexual y de género, la consecución de espacios donde las voces de las mujeres sean escuchadas, y el fortalecimiento de la incorporación de las necesidades de las mujeres en la respuesta humanitaria.
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Fuente: http://www.saynotoviolence.org/
Foto Directora Ejecutiva de UNIFEM, Inés Alberdi (izquierda) y UNIFEM Embajadora de Buena Voluntad, Nicole Kidman en la discusión de los derechos activistas de las mujeres haitianas Yolette Jeanty (segundo desde la izquierda) y Daniele Magloire (derecha). (Foto: UNIFEM / Tijerina Catianne)