¡¡Uff!! ¡¡Qué semanitas, mi madre!! Es que estamos pintando la casa y, por ello, tengo todo patas para arriba, embalado en cajas (como cuando nos mudamos), polvillo hasta debajo de la cama y un pedacito de cocina disponible para preparar lo indispensable, sin muchos lujos ni pretensiones. Por ello (y por no ser lo suficientemente previsora, digamos la verdad), este año no pude presentarles receta de Pascua como me hubiera gustado.. Les habrá pasado una y mil veces que las cosas no resultaron como las habían planeado sino, simplemente, como se dieron y que han tenido que poner buena cara y tirar pá lante. Pues bien, estoy feliz de estar de pintura, pero la realidad es que tengo todo hecho un desastre mayúsculo. Por eso, hoy les traigo otra receta de esas que se hacen en un pim-pam-pum y queda todo mundo feliz y bien alimentado ;)
La verdad es que si preparan estos Nidos de espinaca y huevo, inspirados en una receta de la cocinera argentina Juliana López May, con un rico pan casero (ya son sabrosos con pan de molde...) van a quedar tan felices que no habrá nadie que les pueda cambiar el día:D
Les dejo los ingredientes que necesitarán y nos ponemos a cocinar ¿Les parece?
Primero, prepará los vegetales. Para ello, rehogá o salteá 500 gramos de espinacas (en mi caso, congeladas; pero, pueden utilizar frescas) junto con una cebolla grande y 1/4 de pimiento rojo, cortados en brunoise (cubitos bien pequeñitos). Condimentá con sal, pimienta, nuez moscada y 1 cucharadita de cúrcuma.Cuando la verdura esté tierna (o descongelada; lo cual ocurrirá bien pronto), añadí 1 taza de agua potable (también puede ser caldo de vegetales o leche) en la que disolviste 2 o 3 cucharadas de almidón de maíz (la cantidad está ligada directamente con tu deseo de obtener una crema más o menos firme y sostenida). Cociná a fuego bajo por algunos minutos hasta asegurarte que espesó según tu gusto. Entonces, apagá el fuego y reservá mientras preparás el otro paso de esta receta.
Ahora es momento de trabajar con el pan. Podés utilizar pan de molde (en mi caso, integral con salvado) o casero (¡mucho mejor!). La cantidad tendrá que ver con cuántos comensales se sienten a la mesa; pero, te garantizo que la propuesta es muy rendidora, dejando a todo mundo satisfechoPor cada nido necesitarás 2 rodajas de pan; una de ellas, con una ventana: utilizá un cortante, un vaso o simplemente un cuchillo para practicarle una abertura a una de las rodajas que utilizarás por cada porción. Reservalas.
Estamos llegando al final del proceso (¿fácil, verdad?). Ahora, es momento de armar cada nido y para tales fines colocarás la rodaja de pan entera en una fuente o placa para horno a la que humedeciste con aceite en aerosol (o pincelaste con el aceite de tu preferencia). Llevá a horno caliente por algunos minutos hasta que se dore ligeramente la base de las rodajas. Luego, dalas vuelta (que quede el lado dorado hacia arriba) y cubrilas con una abundante porción de crema de espinacas. Disponé encima la rodaja de pan "con ventana" y en la abertura ubicá un huevo crudo; no te olvides de condimentarlo a tu gusto con sal, pimienta y nuez moscada (o con lo que te guste: una pizca de curry o Garam Masala, páprika, ají picante, pimentón dulce o ahumado...). Repetí esta operación hasta terminar con todos los pares de panes.
Por último, cubrí cada huevo con abundante queso rallado (yo utilicé Parmesano) y llevá al horno para gratinar, y para que se cocine el huevo (hasta el punto que te agrade: puede quedar la yema algo líquida y, al comerlo, bañar todo el bocado o, si lo preferís, que la yema quede bien sólida. Gustos son gustos y aquí queda bien lo que te plazca más).
¡Y eso es todo! Ya ven que con poca cosa obtenemos unos bocados-sándwiches sustanciosos, exquisitos y muy prácticos (en especial, cuando hay poco espacio para cocinar - como en mi caso - o cuando hay poco tiempo, porque se hacen en sólo un ratito).
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Con estas cantidades se obtienen unos 15-16 nidos de buen tamaño que dejarán satisfechos hasta a los paladares más exigentes.El queso Parmesano puede sustituirse por Provolone, Sardo, Reggianito, Manchego, Pecorino, Cheddar, Gruyere, queso azul...En lugar de espinacas, pueden utilizar acelgas, kale/col crespa, brócoli, zucchinis o zapallitos redondos. Además, pueden incorporar a la crema unos sabrosos granos de choclos/maíz crudo (fresco o congelado) para enriquecer, aún más, la preparación.Si no quieren incluir huevos porque están a dieta o deben limitar su ingesta, pueden armar los sándwiches como de costumbre - sin practicarle una abertura a una de las rodajas de pan - untando ambas rodajas con la crema de espinacas y espolvoreando el queso en la rodaja superior. También, continuando con el plan de dieta, pueden preparar bruschettas o crostini con esta preparación, utilizando sólo una rodaja de pan y consumiendo, así, menos hidratos de carbono. En caso que deseen convertirlos en unos nidos veganos, deberán eliminar los huevos y reemplazar el queso rallado por su variante vegana apta para gratinar.
Con los trozos de pan que no utilizamos en esta receta se pueden preparar tostadas, canapé, bruschettas y crostini con las coberturas/toppings que más les agraden. También se pueden utilizar para preparar budines de pan en todas sus versiones (clásicas o más modernas, con la miga desmenuzada o entera...) o para enriquecer y absorber humedad en mezclas de hamburguesas, croquetas y albóndigas Por último, les recuerdo que las espinacas son una excelente fuente de vitaminas y minerales. Entre ellos destacan: el calcio, hierro, potasio (ayuda a mantener sano a nuestro corazón y sistema nervioso), magnesio (reduce la presión arterial), manganeso (regula los niveles de azúcar en la sangre), ácido fólico; así como las vitaminas A (mejora nuestro cabello, piel, huesos, mucosas y visión, mientras que fortalece nuestro sistema inmunológico), C y E (los antioxidantes previenen el daño celular, disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer), K (interviene en el proceso de coagulación de la sangre y evita la osteoporosis) y algunas del grupo B (como B1 y B2 que son excelentes nutrientes para nuestro cerebro). Además, las espinacas ayudan a bajar de peso, favorecen el tránsito intestinal, mejoran la memoria y la concentración.
A propósito de cifras y cantidades... ¿Sabían que si consumen espinacas orgánicas pueden obtener 2 veces más calcio, 3 veces más potasio, 4 veces más magnesio y 30 veces más hierro que si utilizan espinacas comerciales? Pues, es algo para tener en cuenta, ¿verdad? ;)
Espero que les guste mi propuesta, ideal para resolver una comida, un brunch de día domingo o un tentempié con pocos, pero sabrosos y nutritivos ingredientes ;) Los espero la semana próxima (ya vuelta a la normalidad en casa o eso es lo que me han prometido... Jajaja). Entretanto, pásenla muy bien, disfruten junto a sus seres queridos y experimenten en la cocina.
Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas
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