Es una situación poco habitual, hay pocos niños que no vayan, hoy por hoy, a los jardines de infancia o las mal llamadas guarderías, por lo que durante el curso escolar los parques infantiles suelen estar medio vacíos durante la mañana o a primeras horas de la tarde. Parques vacíos y casi tristes, porque no hay quien les saque partido hasta las cinco de la tarde.
Por cuestiones laborales, en muchos casos los niños deben vivir bajo horarios rígidos, despertarse pronto, vestirse y acudir a su escuela infantil. Nuestro sistema de vida, la forma de vivir y trabajar que hemos adoptado no permite que nuestros hijos disfruten de sus dos-tres primeros años en compañía de sus madres (padres). Y no tengo nada en contra de las guarderías ya que cumplen una función social y obviamente educativa importantísima. Pero como en casa ... no hay otro lugar para los más pequeños.
Los niños "ninis", cada vez menos, los que ni estudian ni trabajan pero que aprenden jugando son niños muy afortunados porque:
- Son niños que cada día acuden a un parque infantil, acompañados normalmente por los abuelos o cuidadoras y en raros casos por sus madres
- Son niños que aprenden mediante el juego al aire libre al lado de otros niños de diferentes edades (bebés, niños más mayores o más pequeños que ellos).
- Niños que andan a sus anchas por el recinto del parque observando atentamente cada detalle, hojas caídas, piedras, perros que pasean con sus dueños, ... cualquier cosa es buena y todas ellas permiten un aprendizaje distinto: desde los colores hasta los sonidos de animales pasando por aprender a contar y a cantar.
- Niños que establecen relaciones sociales y de amistad muy intensas.
- Niños que aprenden a compartir sus juguetes y juegos con otros niños sin necesidad de que nadie les obligue.
- Niños que desarrollan todo su potencial psicomotriz subiendo y bajando por los distintos elementos que podemos encontrar en los parques infantiles (toboganes, escaleras, columpios, balancines, ...)
- Niños que, nos guste o no admitirlo, caen menos enfermos y obviamente están más sanos.
- Niños que una vez terminado el tiempo de juego siguen en compañía de sus madres o adultos de referencia, aprendiendo en otros lugares, acompañándonos a la compra, a las gestiones que debamos cumplir y ... como es lógico de este modo también aprenden.
- Niños estimulados desde la normalidad y cotidianidad.
- Niños a los que se les habla y escucha de forma individual, estimulando y potenciando la adquisición de su lenguaje oral.