Niños narcisistas

El narcisismo se puede definir como el amor que una persona se tiene a sí misma, en cierto modo es un rasgo que forma parte de la personalidad de todos los seres humanos en mayor o menor grado. En algunos casos ese rasgo alcanza elevadas proporciones convirtiéndose en una patología. Hoy queremos hablaros del narcisismo primario, momento en que el niño se toma a sí mismo como objeto para proferir amor, antes de elegir cualquier otro objeto externo.

Los niños narcisistas tienen la necesidad de sentirse admirados, se sienten mejores que otros niños y parece que todo gira en torno a ellos. Cuando las cosas no son como esperan sufren frustración y se vuelven agresivos, tienden a intimidar a otros niños, tienen problemas para relacionarse con otros niños por ese aspecto de su personalidad, etc. En definitiva, es un rasgo de personalidad que debe afrontarse cuanto antes para evitar que se convierta en un narcisismo patológico.
Alrededor de los 7 años un niño puede empezar a mostrar síntomas de una personalidad narcisista, según el psicoanálisis, el narcisismo es una forma de estructuración de la personalidad y también una etapa del desarrollo del ser humano. La aparición del narcisismo en la personalidad puede estar sujeta a varios motivos, que un niño haya sido maltratado o ignorado y termine compensando la falta de cariño sufrido, y la desconexión con sus seres queridos, con una coraza de protección que le hace creer que tiene habilidades y derechos especiales, que es muy bueno y tiene aquellos valores y virtudes que considera positivos para él.

En otros casos aparece este rasgo de personalidad en aquellos niños cuya familia ha sido muy permisiva, han crecido sin límites y casi sin reglas, al final se convierten en adolescentes que consideran que todo lo que quieren lo tienen que conseguir en el momento, no aceptando una negativa y reaccionando con agresividad ante ella. Los adolescentes que agreden a sus padres antes eran niños narcisistas, pequeños dictadores que imponían su ley ante unos padres permisivos.

Varios estudios apuntan que tampoco es bueno educar a los niños haciéndoles creer que son superiores y especiales, o que son mejores que los demás, esto provocará que se conviertan en adultos narcisistas patológicos. Estos adultos se caracterizan por tener una baja autoestima que se acompaña de una exagerada sobrevaloración de la importancia propia, y de un enorme deseo de recibir admiración por parte del resto del mundo.

Para evitar que los niños desarrollen este rasgo de personalidad es necesario actuar en el momento en el que aparecen las primeras señales o síntomas, por ejemplo, saltarse las normas, ser intolerantes ante la frustración, tener una conducta agresiva o sufrir rabietas cuando no consiguen lo que quieren, etc. En estos casos existen profesionales que puedan ayudar a la familia y especialmente al niño, no hay que pensar que se trata de una etapa transitoria y que ya evolucionará, ya que una vez que se convierte en adolescente es mucho más complicado tratar el problema.

Es bueno que los padres fomenten la autoestima en los niños, pero siempre en un marco coherente, no se les puede hacer creer que son superiores o especiales, esto suele ocurrir cuando los padres quieren fortalecer la autoestima, y sin darse cuenta favorecen que se sobre valore. Aquí nos explican que es mucho mejor decir a los niños que les queremos, en vez de hacerles creer que son especiales, este es un punto de partida ideal para que no se desarrolle el narcisismo.

Os recomendamos leer este artículo de Wikipedia sobre el narcisismo, seguramente será de gran ayuda para evitar errores comunes que conducen a que los niños se vuelvan narcisistas.

Foto | AleksaMX

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