Nirvana, de Pere Formiguera - Crítica - ¿Historias aclamadas?

Título original: Nirvana
Libro independiente
Rama: humorística
Estado: sin traducción al castellano
Edición: Barcanova, 2003
Valoración: 4 sobre 5

Dicen que cuando mueres todo se acaba para siempre, pero este no es el caso de nuestro amigo Hipòlit. Ateo convencido, un día muere atropellado por un camión y descubre que nada funciona como esperaba: un amable espíritu le explica que el destino de los humanos buenos tiene como meta alcanzar el nirvana y adentrarse en algo parecido al paraíso; sin embargo, aquellos que no han actuado bien en vida deben someterse a una serie de reencarnaciones hasta que se les permita llegar a él (¡los budistas habían acertado!). Las reencarnaciones pueden darse en otro humano o en un animal, en caso de que el sujeto lo haya hecho tan mal en su existencia anterior que merezca bajar de categoría. Hipòlit pertenece a este último grupo y tras su muerte inicia una aventura que le llevará a reencarnarse en perro, papagayo, mantis religiosa… Eso sí, sin perder su esencia de hombre.

Nirvana pertenece al selecto grupo de libros que tienen la capacidad de crear nuevos lectores, o lo que es lo mismo, enganchar y gustar incluso a los jóvenes que no tienen afición a la lectura. Su lenguaje sencillo y asequible hace gran parte del trabajo, pero su principal baza es el sentido del humor, porque consigue hacer reír a carcajadas y desprende una frescura de la que muy pocas novelas pueden presumir. El tema de las reencarnaciones da mucho de sí y nos adentra en un sinfín de escenas divertidas que sorprenden desde la primera hasta la última página. Además de la diversión que supone que el protagonista se reencarne en distintos animales, los cambios de época y de lugar lo hacen todavía más original, ya que Hipòlit mantiene su esencia de catalán en todo momento y cualquier parte del mundo. La novela está repleta de detalles anecdóticos y guiños para el lector que demuestran que Nirvana es un relato actual, como por ejemplo las referencias a la rivalidad entre los equipos de fútbol F. C. Barcelona y Real Madrid. Por otra parte, la historia se encuentra muy bien cuidada en todos los aspectos: la ambientación del entorno de cada reencarnación enseguida nos pone en situación, los personajes principales están bien caracterizados e inspiran simpatía, y cuando se introduce un término un poco más complicado se incluye una breve explicación para que el lector no se pierda. En definitiva, una parodia de las creencias budistas que huye de los mensajes moralizantes y consigue su objetivo: proporcionar un buen rato a los lectores jóvenes.

Pere Formiguera, fotógrafo de profesión, escribió esta novela con el objetivo de acercarse a los adolescentes y sin duda cumplió con su propósito: cuenta con todo lo necesario para gustar y su idea rebosa originalidad y buen rollo, incluso llegó a seleccionarse como lectura obligatoria en varios centros de secundaria. Por desgracia, Nirvana no ha sido traducido al castellano y sólo se encuentra disponible en catalán. Tal vez su problema de cara a la difusión fuera de Cataluña se deba el marcado carácter catalanista que desprende en algunos puntos; no obstante, me parece una verdadera lástima que una historia tan alegre y divertida no pueda llegar a más gente.