Diana Sacayan, referente de la lucha contra la transfobia en la Argentina, murió apuñalada.
“Nos declaramos en estado de alerta y movilización ante los hechos que son de público conocimiento”, advierte el comunicado que NiUnaMenos difundió ayer en su cuenta de Facebook, horas después de que nuestro periodismo informara sobre el homicidio de Diana Sacayán. El colectivo que organizó la marcha homónima del pasado 3 de junio invocó además en su declaración online a las otras nueve mujeres asesinadas en nuestro país entre el 6 y el 13 de octubre, es decir, en una sola semana.
También a través de Facebook, la rama cordobesa de la agrupación convocó a una concentración para el 25 de noviembre, Día de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer: la cita es a las 17 horas en la plaza Vélez Sarsfield de la capital provincial. A juzgar por este artículo de opinión, la propuesta mediterránea suena a adelanto de otra iniciativa federal.
Antes de esa fecha, el 7 de noviembre concretamente, la Ciudad de Buenos Aires será sede de la 14ª marcha del orgullo LGTBIQ. Seguro organizadores y asistentes aprovecharán el evento para exigir lo que Diana reclamó el mencionado 3 de junio: “Basta de travesticidios” según la foto que le tomaron en la Plaza de los Dos Congresos aquel día cálido de invierno, y que amigos y compañeros de militancia difundieron apenas trascendió la noticia del crimen.
Diana frente al Congreso de la Nación, el 3 de junio.
En este artículo que la revista Anfibia publicó ayer, Matías Máximo recuerda cuán importante es contar con una ley específica para femicidios. Porque evidentemente hace falta, el periodista empieza por desmentir cierta retórica reaccionaria, y aclarar que ésta no es una trampa legal concebida para discriminar hombres. Luego explica:
Por esta ley, casos como el de Diana se llevan adelante con un protocolo particular. La fiscal a cargo de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozetta, dijo que el operativo para investigar su muerte se hace según la “Guía de actuación para las Fuerzas Policiales y de Seguridad federales para la Investigación de Femicidios en el lugar del hallazgo”.
Este procedimiento pide a los investigadores garantizar métodos que incluyan una perspectiva de género y analicen líneas de investigación específicas de la violencia sexual. Recomiendan que las investigaciones se hagan con funcionarios especializados en atención a víctimas de discriminación y violencia de género”.
Por otra parte, Máximo cita datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: el año pasado, en nuestra región fueron asesinadas 594 personas por pertenecer a la comunidad LGBTIQ o porque eran percibidas como tales.