Aunque hablé en un post anterior sobre el Postparto, hoy quiero hablaros de manera personal sobre mi experiencia, ya que a día de hoy dos años y varios meses después del nacimiento de mi última pequeña, sigo notando las consecuencias de no haber hecho todo lo posible por cuidarme yo también en esta fase tan importante.
En ningún momento me planteé ponerme en manos de un especialista en cuidados postparto, que como podéis comprobar en el enlace los hay y ofrecen todo tipo de ayudas, cosa que quizás debería haber hecho, para que a día de hoy, ya pasado bastante tiempo, no me siguiera pasando factura.
Independientemente de que mi trabajo de parto fue bastante duro, a toda mujer que pasa por un parto vaginal, como primera consecuencia inmediata es que su cadera y toda la zona pélvica quedan debilitadas y en mi caso fuera de su sitio.
Durante al menos dos meses sufrí de muchos dolores para sentarme o hacer cualquier movimiento relacionado con dicha zona. Y cuando consultaba a los médicos, me decían que quizás pasadas dos semanas ya era demasiado tiempo el que me duraba el dolor, pero que aguantara un poco más.
Y cometí el error de aguantar y no acudir, como he comentado antes, a algún especialista que quizás me hubiera ayudado no de manera total, pero si quizás hubiera mejorado esos dolores tan fuertes que sufría.
Lo cual hubiera mejorado también mucho mi estado de ánimo y por supuesto, hubiera disfrutado mucho más de mi pequeña y de mi mayor.
Esto es en cuanto al tema físico, que fue más duro en mi segundo parto, ya que en el primero al ser cesárea no tuve este problema, pero sí tuve muchos problemas a nivel psicológico, quizás por la cuestión de ser primeriza.
No voy a decir que tuve depresión postparto, porque no llegué a tenerla, pero si estuve bastante tiempo, llorando por cualquier cosa, viendo todo lo que rodeaba a mi bebé como un problema y siempre estaba exageradamente preocupada, hasta límites de rechazar a mi bebé, y querer separarme de él, o tener pánico, a quedarme a solas con él.
Eran momentos puntuales, no era siempre, pero cuando ocurría te sentías sola y hundida.
Llegas a pensar que es lo que hay que pasar, te resignas, porque las mujeres siempre se ha pensado que tienen que ser fuertes tanto física como psicológicamente para tener y cuidar de los hijos.
Pero a día de hoy no es así, no hay porque tener unos Postpartos infernales, donde solo veamos la salida dejando pasar el tiempo.
Hoy existe otro pensamiento, otra manera de actuar, hoy vemos diariamente a mujeres que en poco tiempo están recuperadas de sus partos, y n o es por otra cosa sino porque buscan apoyo, sobre todo en personas que les ayudan con cada una de las fases importantes que conllevan el Postparto.
Podemos buscar a un especialista en cuidados postparto que nos haga todo esto mucho más fácil, llevadero, que esta fase de nuestra vida como madres, no sea un sacrificio titánico.
Y por supuesto que nos ayude a que algunas de las consecuencias del parto no sean a largo plazo, como es mi caso.
No lo dudes no cometas mi mismo error, busca ayuda, apoyo. Existe y está en tu mano.