No es juego de niños es el título de una exposición que se realiza en el Centro de Arte Alcobendas (localidad de la Comunidad de Madrid), se trata de una muestra que pertenece al Museo Oficial del Holocausto y que conmemora el Día Oficial de la Memoria del Holocausto y la Prevención de los Crímenes contra la Humanidad de un modo peculiar, a través de ilustraciones, diarios personales, juegos, juguetes, niños, etc. La exposición itinerante perteneciente al Museo Oficial del Holocausto, pretende en cierto modo mostrar la cara amable de los niños, como una muestra de esperanza ante la tragedia y el horror de los campos de concentración del nazismo.
El nazismo se suaviza desde el punto de vista de los niños que con la inocencia y la creatividad, lograron brindar una cara amable en un entorno de brutalidad y horror que debe ser puesto en conocimiento de todo el mundo para que nunca vuelva a repetirse. Los niños que vivieron el holocausto alentaron y dieron esperanzas a sus padres para luchar por la supervivencia, se puede decir que jugaron un papel muy importante. Recordemos que el nazismo intentó aniquilar completamente a la población judía de Europa, acabaron con la vida de seis millones de judíos. No es juego de niños se convierte en una reivindicación de los derechos humanos y una muestra del poder de la infancia como elemento de resistencia y esperanza.
En el vídeo nos habla la comisaria de la exposición, Cecilia Levit, declara que se siente feliz de poder acercar la historia a los niños y a la población en general, es necesario adquirir conciencia y responsabilidad, no permanecer indiferentes ante lo que sucede a nuestro alrededor. Estamos de acuerdo con estas palabras, pero lamentablemente esta indiferencia y el pensar que los problemas están alejados de nosotros es algo habitual, se pueden poner como ejemplo los desastres acaecidos durante los últimos años, aunque una parte de la población se solidarizó con quienes sufrieron el tsunami de Indonesia o el terremoto de Haití, la otra parte se mostró indiferente.
La comisaria nos explica que la historia la escriben los hombres, que hay que aprender de los errores y entender el por qué y el para qué. A pesar del horror los niños siguieron siendo niños, no dejaron de tener ilusiones y los que sobrevivieron, se convirtieron en defensores de la libertad y testimonio para que nunca vuelva a ocurrir algo como el holocausto. No es juego de niños estará presente en la tercera planta del Centro de Arte Alcobendas hasta el próximo día 3 de marzo, es una oportunidad para conocer la historia vista desde los ojos de los niños.
Vía | Casa Sefarad
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No es juego de niños