Revista Coaching

"No es la dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse viene toda la dificultad".

Por Ignacionovo

(FLASHBACK NOVIEMBRE 2009) Autor: Arthur Schopenauer.

El miedo paraliza

Se dice, y con razón, que es fácil ser valiente desde un lugar seguro. Todos conocemos a intrépidos héroes de taberna, capaces de resolver con un discurso encendido (y a refugio), las situaciones más adversas y difíciles. Arreglan nuestra vida o la del mundo entero si se tercia, con una facilidad pasmosa. Poseen gran facilidad para aportar todo tipo de soluciones que luego, eso si, serán otros quienes las deberán ejecutar porque lo suyo es ser 'valientes de burladero'. 
En lo esencial, este blog se caracteriza por tener una visión irrenunciablemente positiva de las cosas, que nos ayude a mejorar y si cabe a prosperar, pero sin fijarse demasiado en lo que hacen los demás. En todo caso, he empezado hoy así, para evidenciar que el atrevimiento o la valentía, como el coraje y la determinación son conceptos hermanos de la acción y que para demostrarlos, no valen sólo las palabras, importan los hechos y que no se puede ser valiente por sustitución.
Es normal sentir que no disponemos del suficiente valor para afrontar una determinada situación. La valentía no es la ausencia, sino la conquista del miedo. Por lo tanto, lo primero es admitir el miedo ante una circunstancia que lo provoca (lo contrario sería temeridad); pero habiendo tomado nota de ese miedo, atreverse después. 
El peor de los arrepentimientos es el que proviene de aquello que hemos dejado de hacer, por no arriesgarnos a hacerlo. De lo que escapamos corriendo; real o metafóricamente hablando.
Tratemos de ser valientes, sin llegar a caer en la imprudencia inconsciente o dicho de otra forma, seamos capaces de superar los retos a los que nos enfrentamos con cabeza pero sin temor, porque el miedo es el compañero de viaje más indeseable. 
Reflexión final: Si, ya sé que hay elogios a la inteligencia de los cobardes capaces de retirarse a tiempo. También sé que se dice que los cementerios están llenos de valientes... a quienes visitan los cobardes vivos.Todo eso es cierto; pero también lo es que tal y como dijo Shakespeare: "El cobarde muere muchas veces, pero el valiente sólo una vez."


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