Revista Insólito

No existe ningún Dios

Publicado el 13 julio 2019 por Noticias Frescas Online @1NoticiasOnline

No existe ningún Dios
Imaginemos por un momento que no existe ningún Dios. Imaginemos por un momento que estamos aquí, que nacemos y morimos aquí, y que después de que hayamos partido de aquí, tal vez solo dejaremos atrás algunos buenos recuerdos y con algo de suerte, algunos de nuestros genes.
Si esto fuera así, ¿es acaso algo malo?, ¿dejaríamos de tener sentido como especie?, ¿se acabarían el amor y todos los demás valores?, ¿dejaríamos de luchar para hacer de este un mundo mejor?
¿Qué sucedería realmente si no existiera ningún Dios?, tal vez por primera vez en nuestra existencia comenzaríamos a vivir por nosotros mismos y a hacernos responsables de nosotros mismos, de nuestras palabras, de nuestros actos, de nuestra vida. Y tal vez lo haríamos no por que la sociedad o la religión lo demandan, sino que lo haríamos porque un esfuerzo consciente por ser mejores seres humanos, nos engrandecería independientemente de que luego de nuestra partida no exista ningún castigo o recompensa.
Si hemos de ser recordados, que lo seamos por nuestras buenas obras, que lo que hagamos en este mundo deje una huella positiva e imborrable entre quienes vienen atrás nuestro. No hay que esperar a que exista un cielo para actuar correctamente. Ayudar a los demás y procurar que este sea un mejor lugar para vivir para todos, es algo que debe estar por encima de la existencia de cualquier Dios.
Si nos miramos detenidamente, toda la vida hemos actuado de una u otra manera porque detrás de nuestras acciones se encuentra o un premio o un castigo. Siempre hemos sido condicionados por nuestros padres, la sociedad, la religión, para actuar de una determinada manera, pero nunca o casi nunca, hemos tomado la determinación de actuar y de hacerlo bien por el simple hecho de demostrarnos a nosotros mismos y a quienes nos rodean, que los seres humanos hemos venido a este lugar para ser grandes.
En el mundo hay muchas cosas por cambiar y mejorar, y ya está bueno de culpar a Dios por todo aquello que nosotros hemos provocado por nuestra propia cuenta, y sin que Dios haya hecho absolutamente nada.
Si seguimos esperando una intervención divina para que el mundo mejore, es muy probable que tal vez nunca veamos esa intervención divina aparecer y por el contrario, sigamos viendo a este mundo empeorar.

Dios no tiene la culpa
No esperemos más una intervención divina. Nosotros somos los que habitamos este planeta, y este planeta es por consiguiente nuestra responsabilidad. Si queremos que grandes cambios sucedan, debemos comenzar a generar esos grandes cambios en nosotros mismos, pero no para congraciarnos con ningún Dios, o para librarnos de los tormentos de ningún infierno. Nuestra única motivación por hacer las cosas bien, debe ser que haciendo las cosas bien, tal vez podamos hacer de esta tierra el paraíso que esperamos encontrar una vez nos hayamos ido de aquí.
Creer en nosotros mismos y en el poder que tenemos para crear cambios en el mundo que nos rodea, es el primer paso que puede demostrarnos que Dios vive en realidad adentro de nosotros.
Si es cierto que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, eso solamente significa que por analogía somos Dios. Tenemos una enorme responsabilidad que no hemos cumplido correctamente, y esa responsabilidad tiene que ver con el hecho de que no hemos sido capaces de descubrir nuestro verdadero potencial, de descubrir esa chispa divina con la que fuimos creados y que vive en nuestro interior.
Si dejamos de creer en que Dios existe afuera de nosotros, en una iglesia, en un templo, y que solo se comunica con ciertas personas (sacerdotes, profetas, pastores, rabinos, etc.), y comenzamos a creer en que Dios ha hecho de nuestro interior su propia morada, entonces descubriremos que somos nosotros los que hemos creado tanto lo bueno como lo malo que sucede en este mundo.
Descubriendo esto, asumiremos la responsabilidad que hemos evadido desde siempre, y nos haremos cargo de conseguir para cada uno de nosotros una mejor vida por vivir, sin importar si Dios realmente existe, como desde siempre se nos ha hecho creer.

Volver a la Portada de Logo Paperblog