Un nuevo estudio desarrollado por expertos de The Lewin Group (consultora formada por profesionales de la salud), Optum (empresa especializada en la mejora del sistema de salud) y el Drexel Autism Institute (Instituto especializado en los trastornos del espectro autista), ha llegado a la conclusión de que no existe relación entre la vacuna MMR y el riesgo de autismo. Este es otro estudio más que se suma a la larga lista de investigaciones que demuestran que la vacuna MMR o vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola no representa ningún riesgo de que los niños puedan sufrir un trastorno del espectro autista.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, algunos padres tienen un temor infundado a las vacunas, consideran que son inútiles, que contienen demasiados antígenos, que causan autismo, que son un invento de las grandes farmacéuticas para lucrarse, etc. Precisamente uno de los argumentos más utilizados es la relación de vacunas como la del sarampión, con el riesgo de que los niños puedan sufrir autismo, se puede citar como ejemplo lo que ocurre en Australia. En ese país muchos padres se declaran objetores de conciencia para evitar que sus hijos sean vacunados y el principal temor es el infundado riesgo de autismo.
Este mito surgió a raíz de un estudio británico que se publicó en 1998 en la revista científica The Lancet y que se desacreditó posteriormente. En este estudio se demostraba la supuesta relación entre vacunas y autismo, muchos padres lo creyeron y a pesar de que se demostró que los datos clínicos de los pacientes participantes (sólo 12) eran falsos y que el estudio había sido financiado por un bufete de abogados que tenía la intención de utilizar los resultados para demandar a una farmacéutica, se ha seguido creyendo en sus resultados.
En la nueva investigación se han examinado los datos y los registros de vacunación de unos 96.000 niños, algunos de ellos tenían un mayor riesgo de sufrir autismo debido a que el trastorno había sido diagnosticado en sus hermanos mayores. Sin embargo, en estos casos de mayor riesgo (algunos estudios han demostrado que tener un hermano autista es un factor de riesgo para desarrollar el trastorno) no se pudo encontrar alguna relación por pequeña que fuera.
Este estudio ha sido muy amplio y exhaustivo, su finalidad era demostrar nuevamente que no existía la asociación entre la vacuna triple vírica y el autismo, con ello se pretende tranquilizar a los padres y que destierren ese falso mito en el que creen. Resultado de este estudio se ha podido constatar que la tasa de vacunación en los niños con hermanos autistas era mucho menor que en niños sin hermanos que sufrieran el trastorno. El número de investigaciones y revisiones sobre este tema es bastante elevado, los investigadores no se explican cómo se sigue creyendo en esta relación y consideran que por muchos estudios que se realicen sobre el tema, no se logrará cambiar el comportamiento de algunos padres.
Además del falso estudio citado anteriormente, da la casualidad de que en algunos casos algunos niños empezaron a sufrir los síntomas del autismo en el periodo en el que fueron vacunados, lo que refuerza la creencia de algunos padres sobre la mencionada relación. Esto lo único que provoca es que los niños estén en mayor riesgo de sufrir la enfermedad y se pueda producir una propagación de esta, por ello no nos extraña que el Gobierno de Australia haya adoptado medidas para que todos los niños sean vacunados.
Podéis conocer más detalles sobre el nuevo estudio a través de este artículo publicado en la revista científica JAMA.
Foto | PAHO/WHO
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No existe relación entre la vacuna MMR y el riesgo de autismo