Revista Psicología

No hacer nada no es una pérdida de tiempo

Por Yolanda Pérez @psicolunablog
Tener un rato para olvidarse del reloj puede ser uno de los mayores placeres del día.

Tener un rato para olvidarse del reloj puede ser uno de los mayores placeres del día.

Cuando estudiaba tuve una temporada que compaginaba las clases con trabajos esporádicos que me servían para ayudar con el coste de los cursos. Uno de estos trabajos era realizar encuestas. Eran terriblemente largas pero aún así, siempre encontraba almas caritativas dispuestas a contestar al interminable listado de preguntas que les hacía.

Con estos antecedentes es lógico que hoy en día no diga casi nunca que no a alguien que me pide “cinco minutillos para contestar a unas preguntas”. Algo muy grave me tiene que  ocurrir para que pase de largo. Hace pocos días he vuelto a tener una de estas situaciones. Una llamada de teléfono y la fatídica pregunta:

-Buenas tardes, le llamamos de xxx  ¿tiene usted  cinco minutos para contestarme a unas preguntas?

- Si claro- contesto como si realmente creyera que no tengo otra opción.

Tal  y como esperaba, la encuesta requiere de algo más de diez minutos. Al final, cuando me está haciendo las típicas preguntas de tipo sexo, edad, profesión…  repentinamente me pregunta cuáles son mis aficiones

- Pues… la verdad, es que lo que más me gusta cuando no tengo nada que hacer es perder el tiempo.

- Vaya…- contesta- ¡pues no tengo esta opción!: cine, lectura, deportes..-?

- Ya.. pues no,  eso no, lo que realmente me gusta es perder el tiempo.

No sé en qué apartado situaría mi afición, supongo que en el de  ”otros”, pero me sentí un poco mal después de colgar

-¿Tan raro será lo que le he dicho?- pensé-  Con lo que me ha costado aprender a perder el tiempo y ahora parece que está mal.

¿Puede ser perder el tiempo una afición?

No lo sé. Pero lo que sí creo es que la mayoría de las personas necesitamos nuestra cuota de pérdida de tiempo diaria, semanal o mensual para funcionar con normalidad.

Por eso, es importante practicarla o incluso aprenderla cuando existen dificultades para comprender su utilidad:

- Personas que se angustian ante un tiempo sin una actividad planificada: levantarse sin prisa, hacer las cosas despacio, sin otro objetivo que no sea el hacerlas: preparar el café, desayunar tranquilamente, mirar a las musarañas y que repentinamente hayan pasado tres cuartos de hora.

- Personalidades con patrón Tipo A: estresadas y presionadas por el desempeño, el logro y la competitividad que entienden los ratos muertos como esos en  los que leen los correos de su móvil o chatean con los  contactos por whatsapp.

-Personas con rasgos depresivos que sienten un agujero de tristeza o vacío cuando se enfrentan a momentos de soledad y pueden beneficiarse de  anclarse en el aquí y ahora.

¿Cuando es beneficiosa la pérdida de tiempo?

  • Cuando resulta placentero.
  • Es una parte más dentro del resto de las actividades o tareas cotidianas.
  • Ayuda a descansar y retomar fuerzas para seguir con el día a día.

Yolanda P. Luna

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