Este consejo nos habla de humildad. Normalmente nos gusta no solo exploner nuestras ideas, sino imponerlas. En las discusiones queremos convencer al otro de que nuestras ideas son las correctas. Este tipo de comportamiento es absurdo porque normalmente cada uno no solo mantiene su idea, sino que la radicaliza, y no obtenemos ningún beneficio de nuestra discusión, sino una sensación negativa. Tenemos que eliminar nuestra necesidad de convencer a los demás y aceptar otras opinionesRespecto a la propaganda de nuestras obras, este consejo se refiere a que no debemos ir presumiendo de lo que hacemos, de lo buenos que somos haciendo donativos, de lo bien que educamos a nuestros hijos, de lo bien que pintamos, etc. Ahora bien, si vendemos nuestro trabajo, es lógico que hagamos propaganda de él. El consejo se refiere a que no estemos continuamente presumiendo de lo nuestro. Aunque hasta cierto punto creo que aveces no está mal hablar de lo guapo que es nuestro hijo y lo listo que es, aunque sin pasarnos.El consejo 52 de Gurdjieff a su hija fue:
No hagas propaganda de tus obras o ideas.