Los dos victorias del Real Madrid sobre el Barcelona en solo cinco días evidencian que el potencial de ambos equipos se ha igualado y que ahora puede ganar cualquiera de los dos eternos rivales
Fuente: oyemexico.com
Las dos claras victorias del Real Madrid sobre el Barcelona en solo cinco días, algo esperado por muy pocos, no alumbran un cambio de ciclo en el fútbol español y europeo, pero sí evidencian que las dos mejores plantillas del fútbol mundial se han igualado en poderío y efectividad. Estos dos triunfos blancos, el segundo de ellos con un equipo plagado de suplentes, no supone el inicio de una etapa de oro madridista que les lleve a recolectar un ramillete de títulos en detrimento de las arcas blaugranas, pero sí ponen fin a un largo período de un lustro, iniciado con el 2-6 del Bernabéu en la temporada 2008/2009, en el que los catalanes se han mostrado superiores, tanto en juego como en autoestima y solidez. De ahí la famosa manita de Piqué, entro otros síntomas de sentirse superiores. Si bien, en este último lustro también se han vivido importantes triunfos madridistas, como la final de la Copa del Rey de hace dos temporadas, donde se inició la grieta en la arrolladora muralla del imperio azulgrana. Estas derrotas no significa que el Barça vaya a dejar de ganar títulos, pero posiblemente no volverá a levantar seis en una temporada.Fuente: noticia.lainformación.com
Es probable que las grandes casas de apuestas mundiales sigan dando como favorito al Barça en los siguientes clásicos que se disputen, como ha venido sucediendo durante los últimos años, aunque también dependerá de lo que les depare el destino a ambos en la actual Champions. Todo apunta a que se agota el rodillo de títulos azulgrana y se pasa a una época de alternancia con los blancos. Pero a partir de este momento, el Madrid afrontará estos grandes duelos mucho más convencido de que tiene la victoria al alcance de la mano, de que no sería ninguna hazaña batir a su eterno rival, ya sea en casa o a domicilio. Mourinho ha encontrado un antídoto para evitar la sangría blanca en los choque entre estos dos trenes AVE, que pasa por imprimir la máxima presión en la zona de creación blaugrana, manteniendo la defensa lo más lejos posible de su área. Esta estrategia ya se vislumbraba con mayor efectividad en el Camp Nou, pero se ha establecido como bálsamo de Fierabrás madridista igualmente en el Santiago Bernabéu.Fuente: noticierodigital.com
Siempre hay estadísticas para apoyar cualquier teoría. Pero existen datos reveladores. El Real Madrid no derrotaba al Barcelona en Liga en el Santiago Bernabéu desde hacía cinco años, con aquel 4-1 del 7 de mayo del 2008, el día del pasillo azulgrana. De igual forma, los blancos no ganaban dos clásicos consecutivos desde esa misma temporada (0-1 en el Nou Camp, con gol de Baptista, y 4-1 en el Chamartín). Asimismo, los madrileños evitaron con la victoria de ayer igualar el histórico récord negativo de peor racha sin victorias ligueras como local en el clásico, con cinco partidos consecutivos (entre el 14 de septiembre del 1986 y el 17 de febrero de 1974 recolectaron tres empates y dos derrotas). Y hay más números que atestiguan la supremacía blaugrana de los últimos años. (Para los amantes de las estadísticas les incluyo este enlace de un artículo del AS con datos reveladores).Fuente: fcbarcelona.es
Esta tendencia se ha visto truncada en la actual temporada, en la que los hombres de Tito Vilanova y Jordi Roura han sucumbido con más asiduidad ante las tropas de un Mourinho, cada vez más concienciado de que ante el eterno rival es necesario dar el do de pecho y aún escocido por el 5-0 de su primer clásico. De hecho, en los seis enfrentamientos de esta campaña el balance es más blanco (tres victorias, dos empates y una derrota) que azulgrana. Siendo el beneficio obtenido con estos resultados todavía mucho más avasallador para los madrileños, pues les supuso un título (Supercopa) y una final (Copa del Rey). Y todavía sería posible un nuevo duelo en la cumbre de la Champion. Pero para ello, sería necesario que tanto uno como otro den la vuelta a los pronósticos en sus complicados duelos de octavos de final ante United y Milán.Fuente: altaspulsaciaones.com
Otro dato que afianza todavía más el equilibrio entre los dos principales gallitos del fútbol europeo es el hecho de que en el partido de Liga del sábado en la capital los locales sumaron una notable victoria con el equipo plagado de suplentes, pues ante el Manchester solo repetirán cuatro titulares. Esta condición deja a las claras que el Barcelona está lejos de su mejor forma, pues en otro momento de mayor clarividencia nunca hubiera desaprovechado tal ventaja. Pero Mourinho no tenía otra opción, puesto que la Liga es un título inalcanzable esta temporada por la displicencia de sus pupilos en numerosas jornadas del campeonato nacional y el duelo de Champions en Manchester exigirá el máximo de todas las estrellas blancas, que estarán obligadas a un esfuerzo supremo para seguir aspirando a la décima. Es más, ¿qué se hubiera dicho si Ronaldo se hubiera lesionado en los pocos minutos en los que corrió sobre el césped? Fue un riesgo innecesario. Si bien, es de justicia reconocer que el crecimiento del Madrid en estos duelos ha discurrido en paralelo al del delantero portugués, que igualmente ha mostrado más peso específico que su alter ego barcelonista, Leonel Messi, más decaído y apático.Fuente: marca.com
Y dejo para el final la actuación de los colegiados. Siempre he defendido y sigo manteniendo que los árbitros suelen beneficiar al mejor equipo y, sobre todo, al que mejor lo está haciendo en el campo. Y en las dos recientes vitorias blancas, la tendencia ha sido esa. En ambos encuentros los azulgrana reclamaron un penalti que, en ambos casos, podía haber sido señalizado por el colegiado, porque fueron las típicas acciones en las que se puede dar ambas opciones, pitarlo o dejar seguir. Pero igualmente en los dos duelos ganó el que más se lo merecía por lo visto en el terreno de juego. Y siempre ocurre que el que pierde, y algunas veces empata, suele echar en falta los réditos que podían proceder de las decisiones arbitrales. Sin ir más lejos, los pupilos de Mou echaron mano del consabido "qué hubiera pasado" si el en partido de Liga en el Nou Camp el colegiado hubiera señalado un penalti reclamado sobre Ozil. Y en la temporada anterior, la queja recayó sobre un polémico gol anulado a Higuaín, que hubiera podido cambiar el marcador. Siempre es recurrente acudir a la arbitrariedad del colegiado para quejarse. Es legítimo en algunos casos. Lo que no me parece de recibo es querer dar clases de dignidad y saber estar cuando se gana, además de resaltar la justicia del resultado por encima de las quejas, y luego ejercer de matón y vocero cuando sufre en sus carnes los sinsabores de los posibles errores del que tiene que aplicar justicia. Esa actitud deja en ridículo a sus protagonistas. Porque en este país todos, sin excepción, se quejan de los árbitros cuando pierden, y le quitan importancia a sus decisiones cuando salen victoriosos.Alejandro Posilio Fernández
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