Revista Cine
No se si muchos son capaces de admitir que han sentido atracción por gente del mismo sexo. Particularmente, no tengo nada que admitir: nunca me han gustado las mujeres, pero quizás fue solo porque no conocí a Chloe.
Antier noche cansada, vi este remake de Nathalie (2003) la cinta de Anne Fontaine y redescubrí, que a diferencia del cine francés, las películas hechas por la industria cinematográfica norteamericana, tienen una vitalidad, un color y unos “adornos” que deslumbran y te ayudan a “ponerte en situación” mucho más rápido. Claude Chabrol, por ejemplo, filmó muy bien su “Mujer Infiel”, pero la versión de Adriann Lyne “Infidelidad” cobra otras dimensiones, cuando se regodea en los detalles, cuando pone especial interés en destacar la emotividad lúdica de sus personajes y sus bajas pasiones.
En Chloe pasa algo parecido, la versión americana, no digo que sea “mejor” que la francesa, si no que mas bien cuenta de un modo diferente, direccionada a ganarse el interés del espectador, produciendo ciertas emociones que lo lleven a continuar “conociendo” que sigue hasta el último momento del film. Los americanos en el cine son unos grandes contadores de cuentos, se detienen poco en postales, en ideas sueltas, en imágenes, su encanto recae en el relato directo, las actuaciones brillantes y la puesta en escena llena de arabescos que cautiven con premeditación, alevosía y ventaja.
El personaje de Julianne Moore piensa que su esposo la engaña, para averiguar cuan cierto hay en ello, contrata a Chloe, una prostituta de lujo, quien se encargara de ponerle trampas, hasta hacerlo “caer”. Si pensamos en las “investigaciones” que se hacen a través del Facebook, (ya leí por ahí que es culpable de unos cuantos divorcios) no nos parecerá muy rara la predisposición de nuestra protagonista por “saber”… y el valor para poner en marcha todo un plan que la lleve a enterarse, solo que esto se tuerce en el camino… y de que modo.
Liam Neeson hace uno de los papeles más sosos de su carrera como el esposo “embaucado”, y Amanda Seyfried seduce a la cámara, dando su mejor actuación, en esta película sobre el deseo en su estado más puro.
Calificación: 10/10
PD: A Amanda le pondría una calificación aparte, por lo bella.