Hace un tiempo os dejé una entrada comentándoos la publicación de otro libro de David Nicholls en España. En este caso se trata del primer libro que escribió, aunque aún así es genial. En el último IMM os comenté que pronto estaría la reseña, así que ahí va. ¡Espero que os guste!
Título: No hay más preguntas
Autor: David Nicholls
Editorial: Maeva
Páginas: 384
Precio: 19,50€
Sinopsis: Estamos en 1985, y Brian se
despide de sus amigos de toda la vida porque se va a estudiar a la
Universidad de Bristol. Orgulloso de sus notas y de sus gustos
personales, quiere comerse el mundo y seducir a su admirada Alice.
Para lograr esto último se presenta a un conocido concurso de
televisión, No hay más preguntas, donde deberá responder a una
serie de cuestiones de cultura general. Lo que Brian no sabe es que,
tal vez, no se necesitan tantos conocimientos para poder ser feliz.
Porque, al fin y al cabo, ¿no es la felicidad lo más importante?
Para los que no conozcáis al autor,
David Nicholls es el responsable de Siempre el mismo día, novela
también publicada por Maeva. Ese primer libro suyo publicado en
España ya me dejó con ganas de más, y desde luego fue una buena
lectura. Nicholls nos hace ver las cosas que realmente importan a lo
largo de una vida, y si tuviera que destacar algo en concreto de sus
obras, de ambas, serían sus personajes. Tanto los protagonistas,
como los secundarios y su evolución a lo largo de toda la novela.
En este caso el protagonista es Brian
Jackson, un chico que prácticamente no ha salido de su lugar de
origen, que vive con su madre y perdió a su padre, y que va a
comenzar el primer año en la universidad. Es en este momento cuando
empieza a proponerse metas, a querer ser mejor persona y a cambiar
aquello que no le gusta de sí mismo. En este libro veremos poco a
poco la evolución de este personaje, seguiremos a Brian y veremos
cómo, tropiezo tras tropiezo, va aprendiendo las reglas del juego.
Aunque este chico pueda resultar extremadamente cargante-
personalmente los graciosillos que no hacen gracia me suelen caer muy
mal- e incluso patético en algunas ocasiones, no se puede negar que
está perfectamente construido. No solo he disfrutado los momentos
pasados junto a él en el libro, sino que he llegado a identificarme
con él en varias ocasiones. Generalmente al leer una novela, si los
personajes están bien definidos puedo empatizar con ellos, puedo
entenderlos y hacerme una idea sobre lo que piensan o hacen, e
incluso puede que no se vayan de mi cabeza en un largo tiempo, pero
casi nunca me identifico con ninguno de ellos. Este libro ha sido una
excepción, y tal vez por ello le haya cogido cariño a Brian. No es
que yo me parezca -ni mínimamente- a Jackson, es que muchas de las
preguntas que se hace a sí mismo, los momentos de inseguridad o
autoafirmación, las ganas de adquirir conocimientos, leer y
descubrir miles de cosas... todo ello se me hace muy cercano, muy
personal.
La historia no te cuenta otra cosa que
no sea la vida de Brian. A pesar de que la historia está aderezada
con elementos divertidos y surrealistas- como el episodio en la casa
de Alice- que le dan más redondez a la novela, la trama se centra en
todo lo que va a prendiendo Brian. Como el propio autor dice en la
entrevista del final del libro, Brian Jackson “sabe muchas cosas ,
pero, al mismo tiempo, es un idiota”. Esto no quiere decir que la
lectura del libro se haga tediosa, ni aburrida, sino que no es una
novela de amor, aventuras o ciencia ficción. Es la historia de un
chico normal y corriente que poco a poco va aprendiendo a manejar su
propia vida, a tratar a la gente, y sobretodo, a quererse a sí
mismo, con sus defectos- que este personaje concretamente tiene, y
bastantes- y con sus virtudes.
David Nicholls vuelve a narrar con sus
habituales saltos en el tiempo y sus finales de capítulo en el
momento más interesante. En este punto me recuerda a Siempre el
mismo día, donde por cada capítulo que lees, tiene que leer el
siguiente para enterarte de algo. De todos modos esta fue la primera
novela que escribió el autor, y como tal, tiene un par de fallos. A
la hora de enumerar ciertas cosas, o de describir un lugar lo hace
con frases demasiado largas, con miles de comas que no acaban.
Supongo que al narrar con frases generalmente cortas, esto choca un
poco- o lo mismo son cosas mías-.
El final resulta bastante atípico y
bastante Brian. La verdad es que me ha gustado tal y como está,
aunque ha conseguido que bata el récord en las veces que he fruncido
el ceño por culpa del protagonista. El caso es que ese final lleva
el sello torpe y ridículo de Jackson, pero también logra que por
fin el chico espabile un poco.
En resumen, No hay más preguntas fue
la primera novela escrita por David Nicholls, y tal vez por eso
parece que tiene un par de fallitos. El protagonista puede llega a
ser cargante y caer un poco mal, pero ante todo es muy humano y
evoluciona continuamente. La historia nos cuenta precisamente eso, el
cambio de mentalidad de este chico. El final pone el broche de oro a
esta evolución, aunque al mismo tiempo nos lo describe como al chico
torpe del principio.
¿Y vosotr@s? ¿Habéis leído el libro? ¿Lo pensáis hacer? ¿Estáis de acuerdo con la reseña? ¿Por qué? ¡Nos leemos!
Poy