El Real Madrid sigue haciendo notar al verdadero factor que resuelve la liga española, luego de vencer al Betis por 3-2, en un partido angustioso y polémico. Ésta es la décima victoria al hilo
del equipo blanco, algo que nunca consiguió en su historia.
Los dirigidos por Mourinho, a diferencia de partidos anteriores, no la pasaron bien en el Benito Villamarín. El cuadro sevillano le hizo un planteo de igual a igual que hizo pasar sobresaltos al líder de La Liga, haciendo que la posesión quede repartida (51% a 49% para el local). De hecho, ellos fueron los que abrieron el marcador con un gol de Molina.
Pero el Madrid es el Madrid. Aparecieron en el momento justo sus goleadores: primero, Gonzalo Higuaín, el de mejor promedio (un gol cada 69 minutos), estableció el empate transitorio, entrando así en el Top 15 de goleadores históricos de la Casa Blanca con 86 anotaciones; y luego, Cristiano Ronaldo, con dos goles de zurda, más allá de ser diestro, fue el que completó la cuenta (antes había empatado Jefferson Montero).
Sin embargo, este triunfo tuvo un manto de sospecha: en la última jugada del partido, Sergio Ramos tocó la pelota con la mano dentro del área, no obstante, el debutante árbitro Gorka Sagués, quien reemplazó en el entretiempo al lesionado Iturralde González, no pitó nada.
Más allá de la claridad de la mano, si Sagués hubiese estado en una posición similar a la que estuvo la cámara en la primera repetición, quizá no habría visto la mano. No obstante, este fallo deja mucha tela para cortar…
El Real Madrid sigue dejando rivales en el camino, incluso de visitante. Por eso, es mejor no invitarlo a casa, sino uno verá las consecuencias….