Tan solo meses atrás uno debía de gestionar el alta del servicio de roaming con su teleoperador a la hora de salir de su país de residencia. Era una gestión no muy complicada, pero sí que suponía costes extras en la factura y esto hacía que muchos optaran por renunciar a las comunicaciones en el exterior o aceptar pagar un importe más elevado en su factura de teléfono. Hace pocos meses, el Parlamento Europea aprobó que las operadoras de comunicaciones dejasen de cobrar costes extras por utilizar el roaming en Europa, y esto sucederá a partir de diciembre del 2017. ¡Conoce todos los detalles de esta liberación de las telecomunicaciones con el roaming en Europa!
¿Qué es el roaming?
El servicio de roaming se define a la posibilidad de mantener cobertura en comunicaciones estando en el extranjero. Hasta el momento todos los teleoperadores ofrecían cobertura sin cargo extra en los países de residencia de los usuarios, lo que suponía que una vez que el usuario salía fuera de su país, tanto las llamadas efectuadas como las recibidas tenían un coste añadido.
Tras una votación en el Parlamento Europea, se ha determinado que a partir del 15 de diciembre de 2017 el roaming sería eliminado en Europa para facilitar la vida de los europeos y evitar costes extra a sus bolsillos. Uno de los motivos de peso ha sido un informe enviado por el Eurobarómetro donde se determinaba que el 70% de los europeos limita el uso de su móvil debido a los costes del roaming, mientras que el 94% cancela su servicio de datos para evitar costes por itinerancia.
Si bien esta noticia no es bien recibida por varias empresas de telecomunicaciones que anuncian una pérdida de alrededor de 5.000 millones, el Parlamento solidifica su discurso ante una liberación de las comunicaciones de la Unión Europea para garantizar un acceso libre y abierto a Internet de todos los ciudadanos europeos.
¿Cómo afecta esta nueva disposición en nuestro uso diario del móvil? Incluye todas las llamadas entrantes y salientes, envío de SMS y el uso libre de datos (Internet). Esta nueva norma afecta sólo a los países de la Unión Europea, aunque tanto Suecia como Noruega tienen acuerdos especiales.