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No mercy, de Kim Hyeong-joon-I (2010)

Publicado el 06 julio 2010 por Babel

No mercy, de Kim Hyeong-joon-I (2010)Pocas veces me animo ya con un thriller policial, es un género del que francamente he llegado a cansarme, seguramente por el exceso de lugares comunes, siempre buscando que nos pongamos en la piel del protagonista a fuerza -demasiadas veces- de estirar innecesariamente la trama o la carga dramática, que demasiadas veces también apuesta por ideas vagas o situaciones un tanto recurrentes que tienen como consecuencia que casi todo nos parezca previsible y  tenga poco que aportarnos porque todo, absolutamente todo parece estar inventado. Con el paso de los años hay una ingente cantidad de películas de este tipo que podríamos incluir en un mismo paquete: bueno inagotable físicamente y diligente como pocos, al que se le añade una guapísima chica en alguno de los bandos y multitud de giros manidos con conclusiones que ya nos sabemos casi de memoria. Algunas rezuman incluso cierto aire de moraleja final que deja regusto a intento manipulador o demagógico.

Pues bien, No mercy, que no se puede ver en el cine porque ninguna distribuidora española la ha comprado de momento, a pesar de que en Corea del Sur rivalizó en recaudación de taquilla con Avatar en su estreno y haya sido reconocida por la crítica como uno de los mejores y más sorprendentes thrillers del año (la cosa huele a remake), consigue mantener el interés hasta -sonará pedante, lo sé- para los que estamos un poco de vuelta de series y películas criminalísticas. Con sus fallos e incontables lugares comunes en el género, tiene un buen final que casi nadie -siempre hay algún cerebrin- puede imaginar pasadas las casi dos primeras horas de película. La historia recuerda a esas novelas de suspense en las que el protagonista se debate en la encrucijada entre la integridad profesional y el interés personal, otra vez la línea que separa la justicia retributiva y la venganza -tratada en este caso con punto de ironía-, pero hay que reconocerle el mérito de saber mantener la atención hasta el último momento gracias a sus permanentes giros en el guión que la convierten en una especie de montaña rusa emocionante que invita a no perderse detalle, a lo que se suma que algunos momentos clave para la resolución del caso pasen casi desapercibidos en  principio, jugando en este sentido muy bien con el factor sorpresa, y la casi impecable realización en los aspectos técnicos.

Un poco gore para mi gusto en cuanto a autopsias, se podían también haber pulido algunos detalles para darle más veracidad a lo contado, algún que otro lugar común a sus compañeras y los fallos habituales de cualquier ópera prima, pero me ha tenido pegada al sofá durante más de dos horas que se han pasado volando. El final deja buen sabor de boca, no decepciona, a pesar de ser extremadamente dramático -característico del cine coreano- es la parte más inquietante de la película, que  después de idas y venidas alucinantes comienza justo cuando la historia llega a su fin. Por eso, No mercy, junto a contados thrillers policiales, queda salvada de la quema por mi parte. Y Kim Hyeong-joon-I apuntado en el tablón para que no se me olvide seguirle la pista. Gracias, Jorge, por tu -insistente- recomendación.

No mercy, de Kim Hyeong-joon-I (2010)
No mercy, de Kim Hyeong-joon-I (2010)

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