Revista Comunicación

No perdamos el norte de la marca

Publicado el 21 julio 2012 por Alexapn @pereznova
Las marcas son símbolos códigos que representan emociones, sentimientos, son subjetivas. Tienen la habilidad de mover masas, poseen el efecto espejo: lo que se refleje a partir de su comunicación será lo que obtengamos del consumidor.Las marcas se encuentran en medio de un mercado de alto riesgo dónde cualquier acción de marketing que se emprenda está amenazada por el fantasma del fracaso, ya que la presión ejercida por la crisis mundial y los mercados altamente competitivos y globalizados hace que los empresarios acudan a medidas desesperadas, orientando los objetivos sólo a las cifras y a los resultados inmediatos, sacrificando los valores humanos con estrategias que degradan el mercado. Vender con frases cliché, falsas promesas, productos de dudosa calidad, explotación laboral, publicidad que degrada la condición humana, estrategias que finalmente están resquebrajando los cimientos de la sociedad y a su vez, la garantía de permanencia de sus empresas en el mercado, todo amparado en el fin que justifica los medios.No perder el norte significa no cegarnos por obtener altos rendimientos financieros inmediatos, ya que el objetivo de las marcas es permanecer en la mente del consumidor más allá del momento, es lo ideal, asegurarse de tener beneficios a largo plazo.Esto se hace especialmente válido en temporada de fin de año. Las empresas enfocan sus esfuerzos para que sus marcas aprovechen “el estado de sensibilidad del consumidor, que se agota rápidamente los primeros días de enero” recurriendo a la motivación sensorial; packaging, obsequios, promociones, concursos, en fin, escenarios que inviten a comprar en el momento, y que luego les permita sobrevivir el primer trimestre del año, difícil para la mayoría de las empresas, dejando entrever que no nos tomamos el tiempo para realizar el balance emocional de las marcas sobre los clientes y el valor que estas pueden generar a la empresa.No es sensato aspirar a “retener al cliente” con estrategias destructivas para la imagen de valor y calidad de la marca, por ende para las empresas, como bajar los precios; pues esto transmite un mensaje negativo al consumidor: genera una sensación de engaño y manipulación, que conlleva a no apreciar la diferencia entre las marcas registradas y las marcas blancas, se pierde la lealtad y el compromiso del cliente con la marca. ¿Para qué comprar algo en el momento, si luego podemos adquirirlo por menos de la mitad? Y es que esto sucede, especialmente en Norteamérica, cuando el día después de noche buena, se pueden adquirir las mejores marcas a mucho menos de la mitad.El objetivo es fidelizar al cliente pero con estrategias que se identifiquen con sus expectativas de vida, especialmente ahora que se encuentran influenciados por una atmósfera cada vez más consumista y están en la búsqueda desesperada de identificarse con símbolos que representen algo de esa humanidad que aún les queda. Un primer paso es retomar el concepto de nuestras marcas teniendo en cuenta algunos aspectos que ayudarán a renovar su percepción positiva y humana en el público.   1. Compromiso El discurso de la marca debe ser coherente con sus acciones. Si la estrategia de comunicación se basa en RSE, deberá verse reflejado primero en su cliente interno, los empleados. No los sacrifica en pos de bajar el precio en el mercado para que le compren más, todo lo contrario, es exitosa porque se apoya en un grupo de trabajo que llena las expectativas porque se siente bien retribuido, y a su vez se convierten en excelentes embajadores de la marca, sin recurrir a costosas campañas publicitarias. 
No perdamos el norte de la marcaProductos Ramo con su marca líder Chocoramo, es un excelente ejemplo de RSE a partir del bienestar de sus empleados. Sin grandes estrategias de publicidad, lidera el sector.



  No perdamos el norte de la marcaSi la estrategia de comunicación se fundamenta en el medio ambiente, sus acciones deberán partir desde una producción limpia, no sólo en bonita publicidad. Ejemplo de esto es Coca-Cola que invierte millones en programas de recuperación del medio ambiente.


2. ClaridadEl mensaje no se fundamenta en publicidad engañosa, genera confianza entre sus consumidores, cumple sus promesas.

No perdamos el norte de la marca
Nokia se dedica a conectar a las personas con equipos que priorizan en la calidad de la señal, sus funcionalidades pasan a un segundo plano. No adornan su mensaje creando confusión en la mente del consumidor.

3. Respuesta

No es una marca sorda, escucha a sus stakeholders y responde a tiempo y certeramente. El servicio al cliente debe ser real, vivencial, no sólo un espacio en su website.

No perdamos el norte de la marca
Alquería se comunica con sus clientes, las averías son una oportunidad para interactuar con el cliente y mejorar su experiencia, para retroalimentar sus procesos.4. AutenticidadCrea sus propios códigos de comunicación, no recurre a la imitación, tiene una cultura innovadora. Diseña sus productos, su packaging, su publicidad de acuerdo a un serio análisis de su mercado, de sus clientes. No necesita recostarse en la imagen de otras marcas.

 Alpina es un claro ejemplo de innovación, se comunica creativamente con sus clientes con códigos visuales que influyen positivamente en la recordación de marca.
No perdamos el norte de la marca

5. Presencia

Es consciente que el mercado cambia, trabaja incansablemente por llegar a todos los sectores adaptándose a las necesidades de cada uno, no generaliza, investiga, se involucra con sus diferentes stakeholders. Alpina trabaja con todos los sectores del mercado liderando la opción de compra.Concientizarnos que las marcas tienen una influencia muy alta en la mente de las personas, es el primer paso para una diseñar una estrategia de comunicación efectiva. Las marcas trabajan con las emociones, las expectativas de las personas, seres vivos que poco o nada les interesa que la empresa tenga ganancias astronómicas, pues eso no los toca a ellos, sólo quieren disfrutar de los beneficios tangibles e intangibles que les brindan las marcas, de sus promesas, el respaldo, la calidad, el gusto por adquirirlos. Se ha hablado tanto de responsabilidad social, pero estamos tan alejados de ella, que no nos damos cuenta que está en nuestras manos, no son sólo acciones caritativas, son acciones que van de dentro hacía afuera; fidelizar al cliente interno y esto se verá reflejado en cada cliente que compra, el primer eslabón de la cadena, que permite garantizar los beneficios para la sociedad.Las estrategias de comunicación son creativas y efectivas cuando se construyen con fundamento en la realidad de sus consumidores, no en clichés acomodados a la prisa consumista y que hacen que olvidemos que fijamos un norte para nuestras marcas.

No perdamos el norte de la marca

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