Para quienes hayan leído una entrada anterior de hace unos días Mi maternidad, saben que estaba por realizar unos cambios personales.
Bueno, decidí escuchar a mi corazón, a mi ser interior. Y no. No puede ser.
Lo bueno de esto es que, si bien fue muy difícil, tomar esta decisión me dio mucha paz (más allá de que algunos opinen que esté bien o esté mal). Tengo la consciencia limpia y pienso en lo que nos puede dar armonía a todos, porque lo importante es que todos "ganemos". Y la armonía es el mejor premio.
Sobre todo para mi hijo. Más vale unos padres separados (a lo que ya está acostumbrado hace más de un año) pero en armonía y buena relación, a unos padres bajo el mismo techo, con tensiones, malos momentos (porque lo que fue, fue; y lo que es, es; y lo que no hay, no hay), que si bien ellos chiquitos no comprenden en toda su dimensión, sí lo sienten.
Ahora a iniciar una nueva etapa, con paz por sobre todas las cosas!