“Adams Ledesma”, “Adam Ledesma”, “Adam(s) Ledezma”… La variación ortográfica no impide reconocer el nombre del periodista de origen boliviano, director de Mundo Villa, asesinado en el barrio porteño de Retiro hace dos años. Sin embargo, tal discrepancia revela la atención displicente que nuestra opinión pública le prestó al crimen dos años atrás, y que ahora le dedica al juicio oral y público iniciado el martes pasado en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de la Ciudad de Buenos Aires.
La cobertura mediática pasa tan desapercibida que pocos lectores advertirán las diferentes transcripciones de un nombre sin la fama de Claudio Escribano, Héctor Magnetto, Daniel Hadad, Jorge Fontevecchia o Sergio Szpolsky.
Con algo de suerte, los internautas atentos retendrán la alternativa “Adams Ledesma (Valenzuela)” porque parece la versión correcta, y porque en última instancia es la más difundida en estos días (gracias a un cable de la agencia Télam que replicaron Terra Argentina. el portal Online-911 y la versión digital de La Nación). En cambio serán excepcionales quienes hayan notado que el martes 28, el miércoles 29 y ayer jueves 30 los redactores de Mundo Villa insistieron en escribir con “z” el apellido de su ex director.
Los sitios Diario sobre Diarios, Señales y twitteros varios ya se encargaron de cuestionar la indiferencia de los medios grandes en torno al juicio por el asesinato de un periodista que algunos colegas considerarán “de segunda” cuando no “falso”. Por su parte, Espectadores simplemente se limita a aportar un granito de arena a partir un aspecto tan anecdótico como el ortográfico, pero con la misma intención de repudiar el ninguneo.
——————————————————————————–
PD. El título de este post parafrasea el slogan o lema que la prensa en general y los reporteros gráficos en particular utilizaron durante años para reclamar justicia por el asesinato del fotógrafo de la revista Noticias, José Luis Cabezas.